CARGA MORTAL EN BILBO
Un joven entregado al deporte
GARA
Iñigo Cabacas era un gran aficionado al deporte. Así lo describen sus allegados, quienes han resaltado estos días que además del fútbol el surf era otra de sus pasiones. Como socio del Athletic, este joven de 28 años que se crió en Basauri hasta su traslado a Bilbo junto a su familia unos años atrás ha vivido en los últimos meses una de las temporadas más excitantes. Tras la victoria ante el Schalke, salió a ce- lebrarlo por la zona junto a miles y miles de personas más.
Su padre, que regenta un bar en la zona de ambiente aledaña al estadio de San Mamés, le advirtió, al parecer, de que tuviera cuidado ante la euforia desatada en las calles y el gran operativo policial que se había desplegado en ese área. Pero sin duda nadie esperaba que la celebración derivara en algo así.
El acto de despedida de ayer dejó claro que Cabacas tenía muchos amigos; en realidad toda la gran familia del Athletic y el conjunto de la ciudadanía vasca lloran una muerte absurda y perfectamente evitable.