En su primer viaje oficial a EEUU como presidenta y después de que Obama visitara Brasil en marzo de 2011, Dilma Rousseff quiso destacar que la relación entre ambos países «nunca ha sido más fuerte», y abogó por reforzarla todavía más. «Hemos hecho enormes progresos desde nuestro último encuentro en la relación bilateral», subrayó, por su parte, Obama, quien sostuvo que el comercio y la inversión entre EEUU y Brasil «están llegando a niveles récord», y resaltó los acuerdos alcanzados ayer entre los dos países para aumentar la cooperación en defensa.

No obstante la presidenta brasileña trasladó a Obama su preocupación por las políticas monetarias expansivas de los países ricos, que perjudican el crecimiento de las naciones emergentes.