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El PSN plantea suprimir casi la mitad de los ayuntamientos y concejos

Las penurias presupuestarias allanan el terreno más que nunca a la simplificación del atomizado mapa local navarro. El debate lleva pendiente muchos años, pero el PSN, que ostenta la consejería del ramo, asegura que ya no se va a demorar más. En paralelo, la ponencia para su próximo congreso aboga por suprimir cuanto antes los ayuntamientos y concejos menores de 100 habitantes. Si lo consigue, de las 620 entidades actuales se pasaría a apenas 334.

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Ramón SOLA | IRUÑEA

Hace tres semanas, el vicepresidente y consejero de Administraciones Públicas del Gobierno navarro, Roberto Jiménez, afirmaba en el Parlamento que la reordenación del mapa local del herrialde, de la que se viene hablando hace ya muchos años, no se va retrasar más. En el horizonte cercano aparece una fecha: el 30 de setiembre de este año, para cuando el Ejecutivo navarro quiere tener sobre la mesa un proyecto de ley que simplifique la actual atomización en ayuntamientos (272), concejos (348) y mancomunidades (61).

Se trata de un debate muy complejo, en el que se mezclan cuestiones de la cabeza (presupuestarias, de eficiencia...) y del corazón (históricas, de arraigo...). Por ello, y ante la evidencia de que cada municipio y concejo es un mundo en sí mismo, casi todos los grupos evitan fijar una posición rotunda. Sin embargo, el PSN sí parece tenerlo muy claro, quizás demasiado, porque al mismo tiempo que lidera la reforma desde el Gobierno con el mensaje de «ahora o nunca» de Jiménez, ha escrito en la ponencia para su próximo congreso de abril cuáles son sus criterios al respecto, y en ellos se atisba una dimensión mayor de la prevista inicialmente.

De los concejos a Iruñerria

Así, la propuesta oficial del PSN -que todavía deberán validar los delegados al Congreso- aboga por «la supresión de los concejos en función de su población y reasignación competencial de los que no se suprimen a favor de los municipios. Las competencias concejiles que pudieran permanecer activas serían, por ejemplo, archivos, fiestas y ordenación del aprovechamiento comunal. Se podría comenzar con aquellos concejos que tengan menos de 100 habitantes».

En paralelo, y en coherencia con lo anterior, la ponencia del partido de Roberto Jiménez apuesta también por suprimir no solo los concejos, sino también los ayuntamientos cuya población no pase de cien personas en la actualidad.

En la práctica, esto supondría la reducción prácticamente a la mitad del número de estas dos entidades locales. De los 348 concejales actuales se pasaría a únicamente 252; y de los 272 ayuntamientos, a 238. En total, por lo tanto, el actual mapa de 620 entes daría paso a otro mucho más sencillo, de 334.

Se trataría de una reforma auténticamente profunda si se tiene en cuenta que hasta ahora ese dibujo apenas se ha movido. De hecho, durante los cuatro años de la pasada legislatura únicamente desaparecieron seis concejos: uno de ellos por pura fuerza mayor (Artozki, anegado por el pantano de Itoitz), y los otros cinco debido a la pérdida de población (Eguaras, Artariain, Aristregi, Leranotz e Iharnotz).

En un segundo bote, el PSN plantea además la integración «forzosa o incentivada» del resto de municipios con población inferior a 2.000 habitantes en «estructuras intermunicipales de gestión». No se detalla que tengan que ser las actuales mancomunidades. El PSN tampoco parece muy conforme con su actual funcionamiento y dimensión, dado que sugiere que se promocionen las fusiones voluntarias de mancomunidades para «reducir su número, evitar solapamientos y conseguir unos buenos indicadores de calidad y eficiencia».

Si el alcance del planteamiento para las entidades menores resulta potente, más sorprendente resulta la apuesta del PSN por reconfigurar el esquema de Iruñerria, que agrupa a más de la mitad de la población de Nafarroa. Y de nuevo aquí aparecen dos posiciones, la del partido y la del gobierno, aunque en este caso parece ser que es el Jiménez consejero quien quiere ir más lejos que el Jiménez secretario general.

Así, la ponencia para el congreso propone la creación «por ley» de un «Ente Metropolitano de gestión» para los servicios que requieran planificación y coordinación. Pero en la comparecencia parlamentaria de la pasada semana Roberto Jiménez fue más allá y lanzó, a modo de globo-sonda, la idea de que Iruñerria podría conformarse en el futuro como una única ciudad, de modo que las actuales localidades pasaran a ser distritos.

El asunto tiene otra derivada curiosa; el PSN dice que ese Ente Metropolitano ocuparía las competencias que ahora ejerce la Mancomunidad de Iruñerria («por razones de eficacia y eficiencia, no creemos que debieran coexistir ambas entidades», indica la ponencia). Resulta llamativo dado que la Mancomunidad tradicionalmente ha estado en manos del PSN, incluso ahora en que el partido ha perdido mucha fuerza en el eskualde. Así, desde el pasado otoño la dirige José Muñoz, ex alcalde de Burlata, y antes lo hicieron Javier Torrens, Javier Iturbe, Carlos Bea o Julián Balduz. Desde 1982, solo en ocho años ha tenido otros gestores: Miguel Izu, de IU (1995-1999), y Luis Ibero, de CDN (2003-2007). Los habituales «cambios de cromos» postelectorales entre UPN y PSN en el doble eje Gobierno-Parlamento y Ayuntamiento de Iruñea-Mancomunidad han hecho que esta presidencia casi siempre haya sido suya.

La crisis acelera el proceso

La constatación de que el mapa navarro constituye un «minifundismo» difícilmente sostenible es generalizada. Pero la reforma se ha hecho urgente ahora por el factor de la crisis económica. Los ahogos presupuestarios que hacen que muchas entidades antes celosas de preservar su estatus se sientan ahora entre la espada y la pared.

La propia Federación Navarra de Municipios y Concejos reivindica desde 2007 que «el mapa es caótico, con minifundismo local, desubicación institu- cional de los concejos, financiación insuficiente, falta de autonomía...» La deuda municipal navarra ha ido creciendo a un ritmo mayor incluso que la estatal en estos últimos ejercicios (9% frente al 2,4% estatal en 2010). La falta de liquidez es un problema acuciante: el pasado mes de agosto, el Gobierno navarro obligó a 55 consistorios a paralizar obras ya comprometidas por falta de garantías.

SIN ELECTOS

A los problemas económicos se suman la falta de gestores. En las elecciones de hace un año se quedaron sin constituir por falta de candidatos 27 ayuntamientos y 126 concejos navarros.

Apenas cuatro bibliotecas y 16 polideportivos en 150 municipios menores de 500 habitantes

La Cámara de Comptos emitió el pasado mes de noviembre un informe sobre la situación actual de los municipios menores de 500 habitantes (ayuntamientos, no concejos) que deja claros los problemas a los que les aboca su dimensión. En este bloque aparecen 150 ayuntamientos (el 55% del total del herrialde), si bien entre todos solo suponen el 4,41% de la población navarra.

Se sitúan muy mayoritariamente en dos zonas concretas: 55 están en Lizarraldea y 49 en la zona del Pirineo. Por contra, solo tres de ellos se ubican en la Ribera y apenas siete más en Tafallaldea.

Los problemas de atención administrativos son evidentes: como dar algunos apuntes, un total de 105 municipios de estos 150 no disponen de secretario propio sino que tienen que compartirlo, el 47% de los ayuntamientos ni siquiera cuenta con inventario de bienes, el 20% no los tiene asegurados y en el 57% la actualización de valores del catastro es anterior a 2005.

En cuanto a los servicios prestados, más de la mitad, el 51%, no oferta programas de actividades culturales-deportivas. Únicamente 21 de estos 150 municipios cuenta con algún centro docente (siempre de Infantil, Primaria o Secundaria, no hay ninguno de Bachiller o FP). Solo cuatro tienen biblioteca. Y entre todos suman 234 frontones, 26 piscinas, 16 polideportivos, 20 campos de fútbol y 39 instalaciones varias. Otra de las cuestiones remarcadas en este informe es que entre 2006 y 2011 se ha construido poca vivienda, y entre ella prácticamente nada es de protección oficial (por ejemplo, en 2010 se terminaron 141 y solo una era VPO; en 2009, 220, únicamente dos protegidas; en 2008, 252 y 7...)

El estudio se realizó durante el pasado ejercicio, por lo que la cuestión del impacto de la crisis económica fue también objeto de análisis. La Cámara de Comptos constató que estos ayuntamientos han tenido que implantar una serie de medidas para equilibrar sus presupuestos como contención de los gastos corrientes, limitación del gasto en inversiones a aquellas que estén financiadas en su totalidad, mejora de los procedimientos de recaudación, refinanciación de la deuda y captación de mayores ingresos a través del mejor aprovechamiento de los comunales,la actualización de las ponencias de valoración de riqueza territorial y el incremento de tipos impositivos y de tarifas.

Comptos cuantifica que en estos consistorios pequeños la deuda por habitante asciende a 668 euros, lo que supone 205 euros más de media que el conjunto de todas las entidades locales de Nafarroa.

En su auditoría, la Cámara de Comptos preguntó a los responsables de estos municipios qué soluciones proponían para mejorar la gestión, y las respuestas fueron contundentes. Entre otras, «agrupación de municipios para la prestación de servicios administrativos y de gestión», «fusión obligatoria de estos municipios» y «extinción de los concejos».

Tras recabar este diagnóstico, la institución que preside Helio Robleda reitera como conclusión que es necesaria una reforma profunda del mapa local. Y apunta además que con la crisis «se observa en Europa una tendencia marcada hacia la fusión y/o disolución de entidades locales que no alcancen un determinado nivel de población».

Los casos más conocidos son los de Grecia y los de Italia, donde en el marco general de planes drásticos de ajuste presupuestario se ha acometido la desaparición de miles de ayuntamientos.

En el Estado español, por contra, el debate sobre la supresión de instituciones se ha centrado más en otro nivel superior: el de las diputaciones provinciales, que algunos partidos consideran superfluas por su falta de competencias (no es el caso de las vascas). R.S.

NaBai y Bildu rechazan el «globo sonda» de convertir Iruñerria en una ciudad única

En el fragor de la discusión parlamentaria, en la comparecencia del pasado día 13 Roberto Jiménez lanzó una pequeña bomba en la comisión al sugerir que Iruñerria podría conformarse en el futuro como una única ciudad, en la que las localidades que rodean a la capital queden como meros distritos. No se trató de una propuesta oficial del Gobierno ni se incluye en la ponencia para el Congreso del PSN, por lo que los grupos se lo han tomado como un mero «globo sonda». Pero Nafarroa Bai y Bildu ya se han puesto en guardia, así como la práctica totalidad de los ayuntamientos del eskualde.

Desde Bildu, el parlamentario Bittor Rubio explica a GARA que consideran «muy poco serio» que se realice una afirmación así, «sin explicar siquiera si es una propuesta del gobierno o del partido». Bildu está a favor de la reconversión absoluta de la Mancomunidad de Iruñerria, pero en una dirección probablemente contraria a la que plantea el PSN: «Lo que hace falta es una regeneración total para que sea plenamente democrática», subraya Rubio, en clara alusión a los cambalaches de que ha sido objeto habitualmente esta institución.

Para Nafarroa Bai, hablar de un ayuntamiento único en el eskualde supone «una temeridad» y no resuelve ningún problema. En una rueda de prensa, Xabi Lasa -alcalde de Berriozar- y el parlamentario Txentxo Jiménez incidieron en que «los ayuntamientos de la comarca de los que se habla son viables, prestan todos los servicios con garantías y tienen calidad de vida mayor que la de cualquier barrio de Pamplona», por lo que no entienden cuál es el objetivo final.

¿Hay un interés político partidista tras esta idea? No es descartable. El PSN ha perdido mucha fuerza en estas localidades y UPN tampoco dispone ahí del grado de representación que sí tiene en Iruñea. En la actualidad mantiene alcaldías en Barañain (21.552 habitantes), Burlata (18.195) y Zizur Nagusia (13.871). Hay mayorías abertzales en Atarrabia (10.487), donde el alcalde es de Bildu, y en Berriozar (8.931), donde la vara de mando la tiene NaBai. El PSN gestiona su feudo tradicional de Antsoain (10.776), y un grupo de izquierda lo hace en Orkoien (3.637). R.S.

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