Koldo CAMPOS Escritor
Discreción informativa
Hay dos formas de ignorar una noticia. La más común es desterrarla, negarle los favores de titulares y páginas, silenciar su historia. Otra manera, más perversa si cabe, es publicarla pero discretamente, de puntillas, sin hacer ruido, compartiendo espacio con un múltiple parto en Hospitalet y el rumor de la boda de un famoso torero.
Entre el feliz natalicio y las posibles nupcias, por ejemplo, se desliza el caso de Pedro Pierry, ministro de la Corte Suprema de Chile, cuyo voto fue determinante para que el proyecto Hidroaysén, que se propone la construcción de cinco centrales hidroeléctricas en la Patagonia, siguiera adelante a pesar del general rechazo de la sociedad chilena. Las empresas Colbún y Endesa tienen a su cargo el megaproyecto que ecologistas y comunidades afectadas denuncian como un absoluto despropósito cuyo daño ambiental es tan incalculable como el lucro que les supondrá a esas empresas tan sórdido negocio.
El presidente del Senado de Chile hacía público recientemente un dato esclarecedor: Pedro Pierry, el honorable juez cuyo fallo legalizara el despojo, tiene acciones en Endesa por valor de 200 mil dólares.
Y no hay más que repasar la ilustre nómina de asesores con que cuentan ciertas multinacionales, la misma Endesa disfruta de la vasta experiencia de Elena Salgado y José María Aznar, para entender hasta qué punto cotizan en la Bolsa los fallos de un Tribunal Supremo o se endosan los servicios prestados por pasados reajustes de un gobierno.
Por cierto, el parto fue de quintillizos y el torero, finalmente, no se va a casar.