Un punto en cinco jornadas parecían haber convertido la recta final de la Liga -con permiso de Marcelo Bielsa- en un mero trámite, con Liga Europa y Copa como únicos focos de interés para el Athletic. Pero tan apretada como está la competición, un solo encuentro puede cambiarlo todo. Como el que enfrentó el domingo a los rojiblancos con el Sevilla. El buen juego devolvió, si es que faltaba, confianza; y los puntos, opciones europeas.

Pero por mucho que pueda trastocar las perspectivas, un partido no es más que eso, un partido. Importante, si se le da continuidad -o, en un plano negativo, si no se le da en absoluto-, pero intranscendente si acaba mezclado en una trayectoria irregular. Es decir, que si el Athletic quiere neutralizar los dos puntos que le separan de posiciones europeas y consolidarse definitivamente como un candidato serio a los primeros puestos, el triunfo frente al Sevilla requiere compañía.

Y esa continuidad significa ruptura. Ruptura, más anecdótica, con el gafe que parece acompañar a los bilbainos en Granada, donde no han ganado desde 1958 o, lo que es lo mismo, en sus doce últimas visitas. Pero ruptura, sobre todo, con la dinámica en la que se han sumergido en sus últimos desplazamientos. Solo han sido capaces de sumar un punto -frente al Villarreal- en los cinco últimos encuentros que han disputado lejos de San Mamés, cuatro de los cuales -Betis, Osasuna, Atlético y Barcelona- se han saldado con derrota. Las consecuencias en la clasificación son evidentes y serían incluso peores si no fuera por la fortaleza del equipo en San Mamés y, más aún, la irregularidad generalizada de esta Liga.

Un cambio

Marcelo Bielsa recupera a Javi Martínez, con lo que podrá alinear su once de gala para buscar el punto de inflexión en esa trayectoria, con el navarro en el centro de la defensa y Borja Ekiza de vuelta en el banquillo.

Junto a Javi Martínez también regresa a la convocatoria -de la que se cae Ramalho- Koikili, descartado a última hora el domingo, aunque Bielsa ha viajado con 19 hombres, así que uno se quedará en la grada.

También ha estirado la lista Abel Resino por los problemas de alergia de David Cortés. El técnico podría oxigenar el once ante la acumulación de encuentros, aunque maneja diferentes opciones. Resino, por otro lado, también parece haberse rendido ante la temporada de su rival. Ayer aseguró, al menos, que el Athletic «es, junto al Barcelona, el equipo que mejor fútbol despliega» y lo definió como un equipo «homogéneo y con grandes futbolistas».

Halagos con los que no se siente demasiado cómodo Marcelo Bielsa. «Me resulta muy difícil hacer comparaciones, sobre todo en relación a un conjunto con tanto brillo. Lo que sí puedo decir es que ni remotamente nosotros somos comparables al Barcelona por lo que producen, por lo que son capaces de hacer, por lo que consiguen y por lo que han conseguido. Los equipos se miden por lo que consiguen y lo que han conseguido. En relación de lo conseguido, no hay ninguna posibilidad de comparación y en relación a lo que estamos consiguiendo, basta con mirar clasificación y ver la diferencia de puntos», sentenció el técnico, consciente de que la de esta noche puede ser una cita «muy importante».