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«La revolución no será censurada»: El papel de los medios en el Golpe de Estado en Venezuela

Mientras Hugo Chávez era obligado a abandonar el palacio de Miraflores, las principales cadenas de televisión venezolanas emitían películas. Ocurrió hace diez años. Ahora, Telesur ha querido analizar el papel de los medios tanto en aquella asonada fallida como a la hora de abordar las protestas sociales en Europa.

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Alberto PRADILLA

Noam Chomsky cree que si los medios de Estados Unidos hubiesen actuado del mismo modo en el que lo hicieron aquí durante el golpe de Estado hubiesen sido condenados a la silla eléctrica». De este modo, Andrés Izarra, ministro de Información venezolano, señalaba la responsabilidad de la prensa y la televisión privadas durante el intento de asonada que, hace una década, mantuvo fuera del poder a Hugo Chávez por un corto espacio de 47 horas. Analizar el papel de los medios en un contexto de progresivo hartazgo social ha constituido el objetivo de las jornadas que, bajo el título «La revolución no será censurada», ha organizado Telesur en Caracas. Entre el lunes y el martes, miembros del 15M del Estado español (Ruth Martínez y Koke Kun), Occupy Wall Street (Melissa Lane) o los indignados islandeses (Hördur Torfason) han compartido experiencias con diversos medios de comunicación internacionales entre quienes también se encontraba GARA. Censura y cabeceras alternativas, las diferentes formas de entender la protesta social en el norte y el sur o las carencias a la hora de transmitir los mensajes frente a los grandes holdings de la comunicación se convirtieron en los grandes temas de debate de las sesiones. «El objetivo es defender el derecho para informar y ser informados», resumió Patricia Villegas, directora de Telesur.

«Las nuevas generaciones deben poder entender qué fue lo que ocurrió: que hubo un golpe de Estado de los grupos económicos, la patronal, los medios y parte de los militares que actuaron en componenda contra la democracia», señaló Izarra. Durante aquellas 47 horas en las que Chávez fue expulsado del Miraflores, las televisiones privadas hicieron como que nada había pasado. En lugar de las habituales noticias, la pantalla enmudeció con películas que obviaban unos sucesos que iban a determinar el futuro inmediato del país. No sorprendió el posicionamiento de unos medios ya aliados con la oposición antichavista. Hoy en día se repite esta situación, tal y como indicó Izarra, que recordó que desde el cintillo de alguna televisión se han podido leer incluso llamamientos para matar al presidente venezolano. Sin embargo, la debilidad frente a las grandes corporaciones mediáticas tiene también su vuelta: la creación de una red de prensa, radio y televisión con un marcado carácter popular. Una fórmula que todavía está en construcción.

«En la «dictadura chavista» -consideró irónicamente Izarra- han crecido las concesiones televisivas en un 70%, especialmente las de carácter regional. Las de radio han aumentado un 43% y en estos momentos hay 244 concesiones que no existían con la derecha». El auge de los medios comunitarios en Venezuela (cuyos máximos exponentes son VTV y Telesur) contrasta con el panorama informativo internacional, donde la concentración de cabeceras en cada vez menos manos amenaza seriamente la pluralidad y el propio acceso a otro tipo de versiones.

Momento clave

«Los hechos de 2002 mermaron el capital político de la oposición venezolana. La dejaron políticamente marcada con la carta del golpismo. Sin embargo, y a pesar del proceso de acumulación de fuerzas del poder popular, todavía existen bastiones del golpismo mediático que permanece en su labor». A juicio de Izarra, las cabeceras privadas siguen ejerciendo una labor de zapa contra el gobierno. Un hecho que se recrudece en un momento especialmente relevante, a seis meses de las elecciones presidenciales y con Hugo Chávez aquejado de un cáncer que le obliga a viajar frecuentemente a Cuba para seguir su tratamiento.

Frente a una agenda mediática marcada por los intereses empresariales, el periodista Luis Hernández, de «La Jornada», defendió la necesidad de «crear medios alternativos» que ejerzan un contrapoder. Una idea que, a pesar de los retos y contradicciones, en Venezuela tratan de poner en marcha.

 

 
Chávez llega desde cuba y dice

«Ahí vamos en la batalla, avanzando, avanzando con mucha fe, recuperándonos y en recuperación». Hugo Chávez se expresó ayer de este modo a través de un discurso televisado y que fue emitido poco después de que el presidente venezolano llegase al país procedente de Cuba, donde está siendo tratado del cáncer que padece. De este modo, el líder bolivariano se sumó a la conmemoración del intento de golpe de Estado que tuvo lugar hace ahora diez años. Los actos comenzaron el miércoles, día 11, con una vigilia celebrada en la plaza Simón Bolívar y un acto desarrollado en Puente Llaguno, donde se recordó a las 18 víctimas mortales del intento de asonada. Chávez aterrizó procedente de Cuba hacia las 22 horas locales (4.00 horas en Euskal Herria) y está previsto que tome parte en alguno de los actos, como la gran marcha que se celebrará mañana viernes, cuando se conmemora su vuelta al Gobierno . A.P.

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