52 irregularidades provocan que el alcalde de Egues huya de la comisión
La comisión de investigación del Egues se tuvo que cerrar en falso ayer, después de que el alcalde abandonara la sala en el momento de la votación. A lo largo de diez meses los concejales de la oposición han encontrado hasta 52 irregularidades durante la gestión de Josetxo Andia (UPN). La trama que está detrás de la gestión hunde sus raíces en la época de Galipienzo.
Aritz INTXUSTA
Con un gesto de rabia algo pomposo y teatral, el presidente de la comisión de investigación de Egues y alcalde del valle, se largó ayer justo antes de que se votaran las conclusiones de diez meses de indagaciones. «UPN se retira de esta vergonzosa comisión, por vulnerar el derecho al honor y porque se le niega el derecho a la palabra a su presidente», proclamó Josetxo Andia. En realidad, sus concejales -que se encontraban en la última sesión de la investigación en calidad de oyentes-, se quedaron en la sala. Los ediles de UPN intentaron explicar sin éxito que la espantada de Andia se debió a un defecto de forma y no a la enumeración de las 52 irregularidades que se han hallado durante su gestión, buena parte de las cuáles afectan al alcalde directamente.
Su enojo fue teatral porque no es la primera vez que se marcha de la comisión que investiga, fundamentalmente, las aventuras urbanísticas del Ayuntamiento con la constructora Nasipa, unas operaciones en las que Andia ejerció un papel protagonista. En realidad, es la tercera vez que el alcalde deja plantados al resto de grupos (NaBai, Bildu, PSN, I-E y PP) porque lo que dicen le molesta. Andia es presidente de la comisión (cargo que se autoasignó) y es también consciente de que sin su presencia, la comisión no puede continuar. Al abandonar la sala, se impidió la votación final y, por ello, el resto de partidos introdujeron una petición para reunirse de nuevo y votar las conclusiones. El edil del PP, Alfonso Úcar, aseguró durante la algarabía que generó la marcha del alcalde que Andia se había ido «por peteneras». Pero pese la fuga del alcalde y los escándalos, parece que PP y PSN no están dispuestos a reprobar su gestión.
Potau y la herencia de Galipienzo
El entramado de irregularidades en el Ayuntamiento de Egues es particularmente extenso y complejo. En él participan decenas de personajes y empresas que se entremezclan unas con otras, dibujando una telaraña que parece indescifrable. Por seguir un hilo conductor, pueden ponerse como punto de partida las empresas que hicieron negocios con el corrupto exalcalde de Egues, Ignacio Galipienzo, y más en concreto, en el grupo CIN, vinculado a Aricam. El Ayuntamiento realizó varias adjudicaciones a empresas de este grupo -Laranzor y Ámbito- con concursos amañados. El fraude más patente fue el que provocó la dimisión de la ex edil de Hacienda Carolina Potau, ya que el pliego de condiciones para la adjudicación del Plan de Movilidad había salido de un ordenador de la empresa Ámbito. Aun así, la comisión de investigación considera «turbias» otras adjudicaciones a Ámbito, como la de la travesía de Olaz y las gradas de la Ciudad Deportiva de Sarriguren. Según la comisión, Ámbito es la única empresa invitada por el Ayuntamiento a presentarse a los dos concursos, que se celebraron el mismo día, ganando ambos. Además, al concurso de la Ciudad Deportiva se invita a otros empresas vinculadas a CIN como la propia Laranzor y Zuco Arquitectos.
De hecho, Laranzor también recibiría parte del pastel. Se le adjudica la dirección de obra de la Ciudad Deportiva, a pesar de que esta había sido ganada a una tercera persona. El proceso para contratar a Laranzor fue «ficticio», según la comisión. Asimismo, Laranzor sería beneficiaria de la adjudicación de unas pistas de pádel y del centro de atención familiar. El Ayuntamiento no ha remitido en estos diez meses de indagaciones los documentos que avalen esta contratación de Laranzor. En consecuencia, la oposición ha llevado a los juzgados esta falta de información.
El siguiente paso de la trama llevó a la comisión hasta AH Asociados y el concurso del Plan Municipal que contiene elementos extraños en la Mesa de Contratación y sobrecostos imposibles. Por ejemplo, se aumentaron los honorarios de AH en 15.ooo euros por «un aumento de la densidad prevista inicialmente» cuando el pliego no indicaba ninguna densidad. Asimismo, AH recibirá otros 10.000 euros para un estudio sobre el ruido que el pliego de condiciones ya le obligaba a realizar.
Andacelay, el nudo gordiano
Lo más sorprendente de las conclusiones de la comisión es que todas las irregularidades de Laranzor, AH, Ámbito y CIN, así como otros puntos negros relacionados con Iniciativas Innovadoras, no son sino el preámbulo de lo que vendría después. En realidad, el foco principal de las investigaciones se encuentra en las operaciones conjuntas entre la empresa pública Andacelay y Nasipa (que también fue socia de CIN).
El Ayuntamiento creó Andacelay para desarrollar tres urbanizaciones de viviendas protegidas y, para ejecutarlas, Andacelay se unió a la constructora privada Nasipa (que, al parecer, responde a las siglas Navarra Siempre Palante). Desde esa unión, la confusión entre lo público y lo privado pareció confundirse para siempre en esas promociones. Ejemplo de ello son las facturas que se cargaron a Andacelay de forma ilegal. Andacelay pagó clases de golf, comilonas de lujo para un buen número de comensales, tickets de champán, vino y cafés del Corte Inglés....
Las facturas son un elemento llamativo, pero el grueso de las irregularidades se encuentran en las comisiones exorbitadas por sus servicios, los fraudes para eludir pagos del ICIO al Ayuntamiento y en la fórmula mediante la cual Nasipa se aprovechó de su papel promotor para autoadjudicarse la ejecución de las obras. El resultado de las sociedades mixtas de Andacelay y Nasipa (Egues 21 y Egues 21 II) fue que el Ayuntamiento dejara de ingresar millones de euros por las tres promociones de viviendas sociales. La estimación que realiza la comisión de investigación es que la previsión inicial de ingresos para el Ayuntamiento en las dos primeras promociones era de seis millones de euros y, sin embargo, se vieron reducidos en un 45%.
Tanto en la primera como en la segunda promoción, Nasipa (propietaria del 49% de Egues 21) cobra una comisión de gestión del 4%, una cifra que se considera escandalosa por la oposición y que, en la práctica, superó el millón y medio de euros. Andacelay siendo el promotor mayoritario, obtuvo sólo el 4,46% como único ingreso. Sin embargo, el pelotazo urbanístico de Nasipa es bastante mayor, ya que a la comisión de gestión se ha de sumar el 100% de la ejecución de la obra. En ambas promociones, el terreno se entregó a Nasipa para que construyera sin respetar la libre concurrencia ni la publicidad, tal y como denunció Comptos en el informe, ya que no se hizo concurso. Además, en la primera promoción se habían proyectado 44 viviendas y, sin embargo, Nasipa ejecutó 66, sin que el Ayuntamiento haya entregado documentación a la comisión justificando este aumento ni aclarando si el Ayuntamiento recibió contraprestación por las 22 nuevas viviendas. El punto más polémico de esta primera promoción fue el pago del ICIO, ya que Nasipa presentó diferentes cifras -según convenía- al Ayuntamiento, al Gobierno navarro y el que presentó para cobrar. Con la estratagema del ICIO, Nasipa eludió pagar al Ayuntamiento 130.000 euros.
La segunda promoción, para la comisión, es la que cuenta con irregularidades más graves. La Mesa de Contratación «no funciona» según la comisión y un arquitecto de Nasipa adjudica el proyecto junto con Carolina Potau. Sorprendentemente, gana Laranzor, una empresa que no tenía experiencia en viviendas. Además, firma el proyecto de Laranzor Vicente Armañanzas: el arquitecto municipal de Galipienzo. El precio por vivienda es el más caro de las tres promociones (108.000 euros cada una). Como adjudicatario, Laranzor devolvería el favor a Nasipa entregándole las obras. Asimismo, contrariamente al acuerdo, es el Ayuntamiento el que presenta el aval con el dinero para las obras.
Para la última promoción se formará la sociedad Egues 21 II, sobre todo por el varapalo de Comptos. Egues 21 II, sin embargo, vuelve a formarse con Nasipa al 49% y Andacelay al 51%, eso sí, tras salir a concurso la sociedad y, posteriormente, también la ejecución de las obras. Pese a ello, se detectan varias irregularidades, como por ejemplo, que los interesados en competir por las obras contra Nasipa tenían que recoger el pliego en las oficinas de la constructora rival. También se altera en beneficio de Nasipa el margen del beneficio industrial del 10% al 13%, y se modifica sustancialmente el proyecto tanto estéticamente como en los materiales empleados.
Carolina Potau cobraba el 61% de su sueldo en dietas para eludir al fisco cuando era edil de Hacienda. Incluso cobraba extras de Navidad y de verano sobre las dietas. Y hasta el finiquito.
45%
El Ayuntamiento calculó que obtendría seis millones de euros por las dos primeras promociones con Nasipa. Al final, ganó un 45% menos.