Crónica | Tensión en Bilbo
Una rueda de prensa que acaba a porrazos y una sentada clamorosa
La indignación por la muerte de Iñigo Cabacas afloró ayer ante los juzgados de Bilbo cuando se reclamaba el cese de la represión policial y se animaba a salir a la calle sin miedo. Acabó con identificaciones y varios porrazos por parte de la Ertzaintza. Horas después se llevaba a cabo la anunciada movilización.
Ion ADAN-Nerea GOTI-Mikel PASTOR
Pasadas las once de la mañana, una quincena de personas sujetaba en alto carteles con lemas como «Iñigo gogoan zaitugu», «Ez dago eskubiderik», «Stop. Gomazko balarik ez» mientras portavoces de una iniciativa ciudadana llamaban a participar en la sentada de la tarde-noche, cuando la intervención del personal de seguridad del Palacio de Justicia derivó en una intervención policial que se saldó con la identificación de al menos seis personas y varios porrazos sobre los cuerpos de quienes tomaban parte en la rueda de prensa organizada por movimientos sociales de Bilbo.
«La ciudadanía y los movimientos sociales no aguantamos mas», indicaba el comunicado, al que portavoces de la iniciativa añadieron: «Queremos salir a la calle, vivir en paz, salir a manifestaciones, a celebrar un partido del Athletic o lo que queramos, y no tengamos que pasar miedo».
Minutos antes de que concluyera esta comparecencia -que coincidió en el tiempo con la de Rodolfo Ares en el Parlamento de Gasteiz-, un empleado del Palacio de Justicia, que según uno de los participantes mostró una placa, ordenó a los congregados -entre ellos numerosos periodistas- que se retiraran del lugar porque obstaculizaban el acceso. Los aludidos respondieron que la rueda de prensa iba a terminar en unos minutos y que había espacio suficiente para acceder al edificio sin problemas, insistiendo en que estaban haciendo uso de un espacio público de forma pacífica sin causar molestias a nadie.
Cuando el acto ya había concluido, agentes de la Ertzaintza pidieron que se identificaran a algunas de las personas que aún no habían abandonado el lugar. La tensión se desató cuando el citado empleado de seguridad fotografió con su móvil a quienes se encontraban allí. Los ánimos se encendieron y varios de los congregados echaron mano del móvil para fotografiar a su vez a esa persona, momento en el que agentes de la Ertzaintza, que ya se habían desplegado en torno al grupo, ordenaron capturar a un joven y le retiraron la cámara que portaba.
En medio del forcejeo, los ertzainas hicieron uso de las porras para retener al joven, que se negaba a identificarse hasta que lo hiciera el individuo que se refugió en el interior del edificio. El rifirrafe se prolongó durante unos minutos entre reproches a la Ertzaintza y referencias a la muerte de Cabacas, a lo que uno de los agentes respondió: «Algunos llevamos cinco días sin dormir». «Vosotros sabréis por qué no podéis dormir», le replicaron.
Una vez identificado el joven, los agentes le devolvieron la cámara, aunque antes había sido manipulada, según señaló una de las personas que se encontraba en el lugar.
A las ocho de la tarde, en la plaza Zabalburu, a pocos metros de la comisaría de la Ertzaintza, se celebró una sentada de cuarenta y cinco minutos en la que participaron unas cuatrocientas personas y en la que no hubo incidentes.
Los manifestantes, que portaban carteles pidiendo la dimisión de Rodolfo Ares o la retirada de las pelotas de goma como material antidisturbios, corearon varios lemas como «No es accidente, es asesinato», «Iñigo, gogoan zaitugu» o «Herriak ez du barkatuko».
En el ayuntamiento
Por otro lado, más de un centenar de personas participaron en la concentración silenciosa convocada al mediodía por el grupo municipal de Bildu en las escalinatas del ayuntamiento en repulsa por la muerte de Iñigo Cabacas. Las personas congregadas portaron carteles con frases como «Inoiz ez gehiago», «Ares dimisión», «No a la violencia policial» o «Eredu polizial ezberdina behar dugu». La edil Helena Gartzia lamentó que «la concentración no haya sido convocada por el propio Ayuntamiento».