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Maite SOROA | msoroa@gara.net

Ahora, toca hacer la pelota al monarca

El rey español metió la pata hasta el zancarrón, marchando confiado a cazar elefantes a un país africano cuando a sus súbditos el agua más que al cuello les llega hasta las cejas, y le llovieron críticas hasta de los más fieles. Pero el miércoles dijo que lo sentía mucho y en las redacciones suspiraron de alivio. Ayer, todo volvía a la normalidad y era momento de hacer la pelota a su monarca. Así, en «El Mundo» el editorial se titulaba «Pedir perdón, un gesto que honra al Rey», y en el mismo apuntaba que «sería muy cínico afirmar que la Corona sale fortalecida de este incidente, pero al menos el Rey ha tenido la inteligencia de rectificar, lo que dice mucho a su favor en la medida que ha sabido anteponer los intereses de la institución a su orgullo personal». No, no, el Borbón ha antepuesto su interés personal ante las críticas que le estaban cayendo. Pero para el diario de Pedro J. el asunto está zanjado: «Dice el viejo refrán castellano que hasta el mejor escribano echa un borrón. Por ello, lo mejor es dejar de lado este incidente y conceder al Rey el margen de confianza que se ha ganado a pulso durante 37 años». Por lo que sabe servidora, lo que ha ganado en estos años ha sido una porrada de millones a cuenta de todas nosotras.

Curiosamente, «El País» iniciaba su editorial con una frase calcada a la de su rival. Para la cabecera de Prisa, «el Rey hizo ayer un gesto que le honra» y, dicho esto, hacía una encendida defensa de la monarquía española: «hay que reiterarlo: solo el populismo o el amarillismo periodístico permiten confundir la crítica que merece el comportamiento de un familiar del Rey, o del propio Rey en un caso concreto, con un debate sobre el futuro de una Monarquía que protagonizó la devolución de las libertades y la soberanía al pueblo español». Vamos, ni el «Abc». Aunque, por supuesto, el periódico de Vocento no se quedaba atrás a la hora de dar jabón. Su editorial se titulaba «La dignidad de un monarca», y en la entradilla sostenía que «la actitud de Don Juan Carlos zanja la polémica y sitúa de nuevo a la Corona en el nivel de aprecio social que merecen sus servicios a España». Seguro que sí. Pero por si acaso no van a convocar un referéndum, que esos los carga el diablo y no el rey...

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