Las primeras indagaciones sobre el artefacto que explosionó en la madrugada del jueves junto a la puerta de acceso de una vivienda de Getxo relacionan el suceso con las amenazas que había recibido el dueño del piso después de que hace unos años vendiera un cuadro. Al parecer, hace aproximadamente dos años, el dueño del piso realizó una operación de compra-venta de un cuadro, valorado en varios miles de euros, y desde entonces esas dos personas le reclamaban que devolviera una cantidad de dinero. La deflagración causó daños en la puerta de la vivienda junto a la que se había colocado el artefacto, además de diversos daños en el portal donde se rompieron los cristales.