Mutualia recurre la enfermedad por amianto de un arrantzale de Ondarroa
La presencia de amianto en los barcos de pesca suscitó un debate en la vista judicial que se celebró ayer ante la demanda de Mutualia por no aceptar la resolución de la Seguridad Social, que confirma la incapacidad absoluta por enfermedad profesional derivada del amianto.
Juanjo BASTERRA | BILBO
Juan Mari Barrenetxea, de Ondarroa, se encuentra «en fase terminal» de un mesotelioma pleural derivado de haber trabajado en contacto con el amianto en su vida laboral como arrantzale. En 2009 le diagnosticaron este cáncer.
La Seguridad Social confirmó una incapacidad absoluta por enfermedad profesional derivada del amianto, pero Mutualia recurrió esa decisión. Ayer se celebró la vista judicial. En el largo juicio quedó demostrado que en los barcos había amianto, por lo que Barrenetxea estuvo en contacto con este mineral cancerígeno que fue el foco de transmisión de las fibras de amianto que le han producido el cáncer.
Según indicó su abogado, desde 1967 a enero de 2006 trabajó realizando «tareas de pesca, descarga al puerto y limpieza, así como pintado para el mantenimiento de los barcos, cuyas tareas se relacionan con la exposición a amianto presente en la época en la que el ex trabajador estuvo en activo». Este hecho fue corroborado por diversos peritos médicos que reconocieron que «el amianto fue habitual en barcos y que, en la actualidad, la existencia del mineral cancerígeno genera riesgos importantes en las tareas de desguace de los mismos», según consta en un informe pericial presentado en el juicio.
Antes de iniciarse la vista judicial, la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie) y representantes de CCOO se concentraron ante el juzgado para denunciar, una vez más, en silencio que «el amianto mata».
El responsable de Salud Laboral de CCOO de Euskadi, Jesús Uzkudun, señaló que «denunciamos a Mutualia por recurrir la resolución de la Seguridad Social que reconoce la incapacidad absoluta por la enfermedad profesional de Juan Mari Barrenetxea».
Para Uzkudun, «nos parece que esa decisión supone torturar a la familia y al enfermo que, en su fase terminal, se ve citado a juicio aprovechándose la mutua de que los barcos en los que trabajó durante años han desaparecido, se han hundido o han sido desguazados. Es terrible», remarcó.
El máximo responsable de Salud Laboral de CCOO de Euskadi explicó que «exigimos que Mutualia pare esa estrategia de recurrir las decisiones de la Seguridad Social, porque ayer también me ha llegado la noticia de una incapacidad absoluta de CAF que ha sido reconocida por la Seguridad Social, pero que Mutualia recurre. Nos parece desastroso. ¿Dónde queda su responsabilidad social corporativa y su humanismo a la hora de llevar a cabo estas demandas contra enfermos terminales», se preguntó el sindicalista.
En este sentido, tanto Asviamie como las diferentes centrales sindicales sostienen que los problemas que se derivan de los intereses enfrentados entre las mutuas y la Seguridad Social a la hora de hacerse cargo del pago de las prestaciones, «se deben solucionar al margen de los enfermos afectados», porque esa situación «provoca más dolor». Aunque esa parte no se tiene en cuenta por parte ni de las mutuas ni de la Seguridad Social, según confirmaron antes del juicio familiares y afectados por amianto.
En el juicio quedó demostrado que la presencia del amianto en el sector naval fue importante entre las décadas de los sesenta y ochenta del siglo pasado. En los barcos era frecuente en zonas donde se producía mayor temperatura. «En cualquier barco de pesca construido antes de 1990 se tiene la certeza de la existencia de amianto en sus estructuras de maquinaria, sistemas de motor, incluidos los de redes, de cubierta y en las estancias de los camarotes», explicó la técnico en prevención que intervino en el juicio por parte de la defensa.
Incluso el perito aportado por Mutualia reconoció la existencia de amianto en los buques. En este sentido, la defensa de Barrenetxea reclamó que no se tenga en cuenta el recurso de Mutualia y se mantenga el carácter profesional de la enfermedad derivada del amianto.
Juan Mari Barrenetxea se encuentra en «una fase terminal» debido a un mesotelioma pleural provocado por el amianto en su vida laboral como arrantzale. La Seguridad Social le reconoció la incapacidad profesional absoluta, pero la mutua no acepta esa decisión.
CCOO pidió a Mutualia que pare en la estrategia de recurrir las resoluciones de la Seguridad Social que benefician al trabajador «porque supone una tortura añadida al afectado o a su familia», según Jesús Uzkudun.