Los vecinos de Artieda d'Aragón volvieron a hacer frente ayer a los intentos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) de levantar actas de expropiación de tierras para llevar a cabo obras relacionadas con el recrecimiento del pantano de Esa.

Acompañados de miembros de la Asociación Río Aragón, Coagret, Ecologistas en Acción, Chunta Aragonesista (CHA) o la formación independentista Puyalón de Cuchas, los vecinos se congregaron en la carretera que da acceso a esta localidad de la Chacetania para impedir que los funcionarios de la CHE levantasen acta de las expropiaciones.

A diferencia del pasado 29 de febrero, cuando los funcionarios de la CHE citaron a los vecinos propietarios de las tierras afectadas y al alcalde, Javier Jiménez (CHA), en el Ayuntamiento y vieron cómo los vecinos bloquearon el acceso al casco urbano, ayer les emplazaron a acudir a los campos que quieren expropiar para construir una nueva carretera hasta Ruesta para sustituir a la actual, que quedará anegada por las aguas si se lleva a cabo el recrecimiento del pantano de Esa.

Los vecinos propietarios de las tierras se negaron a salir de sus casas y el alcalde -el Ayuntamiento es el propietario de otra parcela- no se encontraba ayer en Artieda.

La consecuencia fue que los funcionarios de la CHE, escoltados por la Guardia Civil, tuvieron que regresar a Zaragoza sin ninguna de las firmas que fueron a buscar. Los representantes de la CHE acudieron a cada una de las nueve parcelas que querían expropiar, pero lo único que vieron fue a los vecinos que portaban pancartas con el lema «Yesa no».

«No creo que sea necesario que hagan la carretera antes que el recrecimiento del pantano», afirmó uno de los vecinos a la agencia Efe.

«No entiendo las prisas para hacer esta carretera, que tiene un presupuesto de quince millones de euros, cuando el pantano tardará varios años en recrecerse», señaló, también a Efe, Miguel Palacín, uno de los vecinos de Artieda que se negó a firmar las actas de expropiación de la CHE.

Río Aragón: «Injusta»

El presidente de la Asociación Río Aragón, Luis Solana, también vecino de Artieda, calificó la expropiación de injusta y lamentó las urgencias que tiene «una Administración que no atiende a razones».

Orgulloso de la respuesta que de nuevo protagonizaron los vecinos, Solana defendió la ausencia del alcalde, recordando que, además de ser representante municipal, tiene la obligación de defender a los vecinos del pueblo, «un hecho que está por encima del resto de obligaciones».

A pesar de la voluntad contraria al recrecimiento del pantano de Esa mostrada en repetidas ocasiones por los vecinos de Artieda, la CHE puede recurrir a la expropiación forzosa, un trámite que se realizaría directamente en una oficina de Zaragoza, antes de proceder a gestionar los pasos previos a la ocupación de tierras.