El filósofo, sicoanalista y activista político esloveno «de moda», Slavoj Zizek, visitó el año pasado Bolivia en el marco de los seminarios «Pensando el mundo desde Bolivia». Con sus textos el Gobierno de Evo Morales publicó el libro «¡Bienvenidos a tiempos interesantes!», que ahora la editorial Txalaparta reedita con el prólogo de Katu Arkonada -quien entonces trabajaba en la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia- y el epílogo de Imanol Galfarsoro.

Zizek, actualmente codirector del Centro de Humanidades del Birkbeck College de la Universidad de Londres y conocido por combinar ideas marxistas con elementos de la cultura popular -pasando desde películas de Hollywood hasta canciones o anuncios publicitarios-, propone una «enmienda a la totalidad» de la izquierda, tal como definió el editor Mikel Soto; Zizek plantea aprovechar estos «tiempos interesantes» de crisis del sistema capitalista en los que vivimos como oportunidad para el cambio social.

Una propuesta que sirve tanto para Bolivia como para Euskal Herria, como ha reflejado Arkonada en el prólogo y que también explicó ayer: «Hoy en día, nos encontramos una Europa que está en crisis, una izquierda europea que está en una crisis ideológica tremenda, y ahí es donde vemos que gente como Zizek nos es muy válida para, a partir de sus enseñanzas, empezar a pensar Euskal Herria».

Esa alternativa pasa por repensar, desde una crítica radical al capitalismo, un nuevo proyecto político que se traduzca en un nuevo modelo económico y político. «No vale sacar lápices rojos y comenzar a señalar lo que está mal. Esto no avanza si no se construyen alternativas de poder», dijo Arkonada.

El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, invitado a la presentación, señaló que «nos ayuda a aterrizar conceptos y darles un sentido práctico. Eslógandes como `pensar globalmente, actuar localmente', en el libro nos explica que ante una crisis sistémica, la izquierda no puede ser el elemento corrector de las desigualdades en el plano industrial o económico, sino que tiene que ser la línea de confrontación del debate de las ideas contra la derecha en la superación del sistema generador de las desigualdades que es el capitalismo».

Como advierte Zizek citando a Badiou, «hoy por hoy, el enemigo fundamental no es el capitalismo ni el imperio ni la explotación ni nada similar, sino la democracia: es la `ilusión democrática, la aceptación de los mecanismos democráticos como marco final y definitivo de todo cambio, lo que evita el cambio radical de las relaciones capitalistas».