Ya son unas cuantas jornadas las que Osasuna echa de menos a Álvaro Cejudo, en particular, y a los carrileros, en general. El futbolista cordobés, que asombró por sus prestaciones en la segunda parte de la pasada temporada tras ser fichado en el mercado invernal, lleva en la presente una trayectoria muy irregular. Con más sombras que luces, ha sido uno de los hombres en los que Mendilibar más ha confiado -es el sexto jugador con más minutos-, pero esa decisión no ha sido correspondida.

El jugador andaluz trató de justificar su bajo rendimiento en la forma de jugar que tiene ahora mismo el equipo. «Ante el Betis estábamos a expensas de robar el balón y salir a la contra, pero creo que sin las ideas muy claras. Lo que está claro es que sin la pelota, la gente de banda sufrimos más. En la segunda parte, pese a jugar con uno menos, tuvimos más presencia», resaltó el interior.

Solo un partido ha ganado la escuadra rojilla de los cuatro últimos que ha disputado, pese a lo cual sigue manteniendo una privilegiada sexta posición. «Hay muchísima iguldad, con un montón de equipos implicados y algunos de ellos de gran presupuesto, como el Atlético y el Sevilla, pero nosotros hemos ido arañando puntos todo el año», apuntó optimista.

Un sentimiento que le impulsa a Cejudo a creer que «vamos a tener opciones hasta el final» en una lucha que se prevé cerrada hasta la última jornada por un billete europeo que, a juicio del andaluz, incluso podría ser de Champions. «Si ganamos al Málaga, podemos meternos en cualquier puesto», señaló con convencimiento.

Tarea que no va a ser nada fácil ante un rival al que se le da muy bien El Sadar y que se ha reforzado con los petrodólares hasta conformar un plantel «de grandes jugadores y gente con mucho peso en las bandas. Han fichado bien y le están saliendo las cosas», analizó. Sin embargo, es necesario doblegar a los de Pellegrini, de lo contrario no salen las cuentas. «Debemos ganar los dos de casa y alguno de los de fuera», afirmó.

Duelo con Monreal

Un enfrentamiento, el de este próximo lunes, de carácter «directo», en palabras de Cejudo, porque «dependemos de nosotros mismos y tenemos la obligación de demostrar que queremos estar ahí arriba». «Estamos ilusionados por encontrarnos en una circunstancia que ya les gustaría a cualquier otro equipo», insistió.

El equipo malacitano es un hueso duro de roer, en cualquier caso, al que se espera no tener que sumar la rémora del hombre de negro. Interpelado por el papel de Ayza Gámez en los últimos minutos del Benito Villamarín, el rojillo prefirió correr un tupido velo ante tal actuación porque es «algo con lo que hay que saber jugar», a la par que señaló que no se puede comparar el trato arbitral que reciben los grandes «porque la presión mediática es otra».

El volante cordobés se reencontrará, además, con un antiguo compañero, con el que peleará para hacerse con el dominio de la zona. Por primera vez, Natxo Monreal regresa a El Sadar vistiendo una elástica diferente a la rojilla. «Es un grandísimo jugador y un amigo. Vendrá con muchas ganas de demostrar y seguro que meterá la pierna», se refirió sobre el de Eskirotz.