Lisboa ha sido la cordillera del Himalaya para el Athletic de Bilbao. Un Athletic en su peor versión. Nunca ha estado en el Jose Alvalade de Lisboa. No ha aparecido en 90 minutos. Ni con el 0-1, la pluma rojiblanca ha despertado. Estaba seca.

2.- El Sporting tenía muy bien aprendida la lección. Marcaje al hombre a Ander Herrera y De Marcos. Cortocircuito en el trasvase de posesión del Athletic. No se hilvanaban posesiones largas. Solo balón largo muy fácil para los centrales lisboetas.

3.- El Sporting dejaba el balón a los centrales e Iturraspe. A partir de ahí, aislar todo el centro de operaciones rojiblanco. Artimaña resuelta de manera sastifactoria en los 90 minutos.

4.- Como no había viaje con la posesión, se producían numerosas contras. El Sporting, dirigido por un soberbio Martins, llegaba una y otra vez a la portería de Iraizoz. Ocasiones de todos los colores: disparos de media distancia, desde dentro de la frontal por Van Wolfswinskel. Se jugaba a lo que proponía Sa Pinto.

5.- Van Wolfswinskel inconmensurable en el trabajo de fijación sobre los centrales. Arrastraba a ambos para producir liberación en su segunda línea, que ha superado constantemente a Iturraspe. Capel y Martins volvían locos a la defensa bilbaína.

6.- Partidazo del exsevilllista Capel y Martins. Han sido dos estiletes en el ataque lisboeta. Capel llevando todo el peligro desde banda. Cayendo hacia dentro o hacia fuera buscando asociaciones rápidas, finalizando su actuación con un zurdazo a la base del palo. Martins, el verdadero cerebro del Sporting. Todo lo hace sencillo. Conduce, abre a bandas, se incorpora desde segunda línea. Puro veneno este joven centrocampista portugués.

7.- Continuaba la negra noche rojiblanca. Las 7 colinas de Lisboa eran un muro infranqueable que no se lograba escalar. Faltaba el ingrediente que da sabor a la receta, el balón. No se jugaba con él. No se sobaba. Era imposible llegar arriba.

8.- Ni el gol a favor que el Athletic se ha encontrado logró afinar a un equipo muy espeso. Seguía jugando con fuego. No había 5 minutos en los que el Athletic tuviera el balón e hipnotizara al Sporting.

9.- Al final sucedió lo que se intuía. En un error defensivo, donde Susaeta se queda mirando a Insúa, llega el empate. Cuando no se había digerido tal golpe, el segundo en otro mal ajuste en defensa, que deja libre de marca a Capel para que se saque un zurdazo.

10.- El Athletic de Bilbao no solo tenía el juego cuesta arriba, sino también el marcador. Y gracias que se quedó ahí porque en los últimos 10 minutos bien pudo costar la eliminatoria. 90 minutos de una pájara que pudo costar realmente cara.

11.- Cuando el Athletic no vive del balón, sus futbolistas desaparecen. A Susaeta no se le ha visto, Muniain, envuelto también en las secuelas de su lesión, ha estado desaparecido. Si la magia de los mediaspuntas rojiblancos no aparece, la noche se convierte en un nubarrón con tormenta imparable.

y 12.- Solo hay una receta para olvidar esta noche. Recuperar el balón. En The Catedral solo se consigue el pase a la final si se vive con el esférico. La ciudad de las 7 colinas se ha convertido en un Tour que no se ha podido escalar.

La pájara de los escaladores rojiblancos ha protagonizado su noche lisboeta. La resolución está en Bilbao, donde la paciencia, el sobe y la pausa con balón serán las claves para viajar a la esperada final de Bucarest.