NUEVO TIEMPO EN EUSKAL HERRIA
La parálisis del PP con los presos comienza a inquietar a PSOE y PNV
La parálisis absoluta del PP seis meses después de la decisión de ETA, sobre todo en materia carcelaria, preocupa ya a PSOE y PNV, a quienes hizo sus socios para gestionar este timpo con la declaración del Congreso. Alfredo Pérez Rubalcaba se desmarca de su tesis de condicionarlo todo a la disolución de ETA. El PSE secundó ayer en el Parlamento una moción para que los presos estudien en la UPV. Y el PNV empieza a meter prisa.
Ramón SOLA | DONOSTIA
El PP oficializó el sábado en el Kursaal de Donostia su posición de condicionar cualquier movimiento en política carcelaria a la disolución de ETA. Justo unas horas después, también en Donostia, el facilitador Brian Currin le hacía ver lo inconveniente de esa posición y remarcaba que «no sé a qué espera» el Gobierno para mover ficha. En este contexto, PSOE y PNV, a quienes el PP arrancó un cheque en blanco con la declaración del Congreso, muestran ya recelos crecientes por la parálisis del Ejecutivo de Rajoy.
Todo ello se produce en un contexto que demuestra que, mientras el PP sigue anclado, el resto del panorama sigue moviéndose hacia adelante: ahí están como ejemplo el próximo acuerdo estratégico en Euskal Herria entre las cinco formaciones abertzales de izquierdas o la inédita iniciativa de más de 500 personalidades de Madrid apoyando la vía de Aiete e instando al Gobierno a hablar con ETA.
Así las cosas, y con la perspectiva de un adelanto electoral en Gasteiz cobrando fuerza de nuevo, PSOE y PNV han evidenciado en las últimas horas su incomodidad con el bloqueo impuesto por el PP. Mientras este partido intentaba presentar su acto del Kursaal como un movimiento en positivo, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, dejaba claro el domingo en ``El País'' que ya no ve razones para mantener el trato a los presos políticos vascos: «Es evidente que la política antiterrorista no debe ser la misma cuando ETA mataba que cuando ha decidido abandonar definitivamente la violencia. El propio Gobierno ha reconocido que esa política hay que actualizarla y adecuarla», añadía Rubalcaba, que solo concedía al Ejecutivo de Rajoy que es a él al que corresponde determinar «los ritmos».
Rubalcaba, por cierto, optaba por guardar un silencio elocuente cuando se le preguntaba «¿no acercar presos complica la gestión del final de ETA?».
El malestar creciente del PSOE tuvo ayer otra expresión: cambiando su posición anterior, los parlamentarios del PSE en Gasteiz se sumaron a una iniciativa original de EA para que los presos puedan volver a estudiar en la UPV-EHU. El texto, finalmente consensuado entre ambos, solo tuvo en contra a los electos de UPyD y PP. Desde estas últimas filas, además, su supuestamente portavoz más moderado, Iñaki Oyarzábal, se descolgó con un discurso durísimo: «No estamos dispuestos a regalar títulos universitarios a nadie porque hayan decidido el 20 de octubre cesar sus acciones terroristas (...) Han sido licenciados del tiro en la nuca y doctor 'honoris causa' en la amenaza y extorsión y ahora quieren darnos lecciones con sus títulos», se quejó.
El PNV pide medidas ya
El PNV también da señales de nervios. Si bien Iñigo Urkullu, su líder, centra el discurso en pedir la disolución de ETA «como exigencia ética», el partido afirma no entender cómo el PP sigue parado en política penitenciaria. El diputado Aitor Esteban indicaba ayer en Onda Vasca que «se está equivocando de plano», al tiempo que le advertía de que «no pueden demorar algunos asuntos sine die».
Esteban considera que el PP está preso de su necesidad de aparentar fuerza y de sus afirmaciones anteriores. «Tiene que tomarse este asunto muy en serio y tomar medidas, todo lo prudentes que quieran, pero tomarlas», dijo.
El aviso de Brian Currin contra el riesgo que encierra reclamar la disolución de ETA sin más fue contestado ayer desde el PP con nuevas descalificaciones. Antonio Basagoiti se jactó de que no piensan hablar con agentes internacionales aunque se lo hayan pedido «por tierra, mar y aire», y calificó a quienes intentan facilitar la solución al conflicto de «oportunistas». Sin embargo, una nueva voz del Grupo Internacional de Contacto, la de Alberto Spektorowski, vino a subrayar la reflexión del abogado sudafricano en una entrevista emitida por la Cadena Ser a nivel estatal. Spektorowski confirmó que el proceso «sí está un poco estancado», aunque cree que «no es ninguna sorpresa» dado el cambio de inquilino en La Moncloa. Preguntado por si tienen algún «calendario de desarme pactado con ETA», el miembro del GIC lo niega: «Yo creo que el que tiene que dar el paso en estos momentos es el Gobierno. El asunto tendría que venir por un acercamiento de los presos al País Vasco, y después por la legalización de Sortu. Y si se logra eso, a mí me da la impresión de que tanto el desarme como lo que venga después se va a dar sin ningún problema».