Los inversores vivieron ayer una sesión próxima al pánico, zarandeados por un aluvión de referencias negativas. En del Estado español, se acusó la fuerte subida en la prima de riesgo, que superó los 400 puntos, y la elevación de la rentabilidad del bono hasta el 6%. Además, el Banco de España ratificó la entrada en recesión en el primer trimestre al fijar una caída del 0,4%. No se espera tampoco cambio de tendencia en el segundo. En el ámbito internacional, el vértigo llegaba con la dimisión del primer ministro holandés al no poder aprobarse nuevas medidas de austeridad y con la llamada de socorro lanzada por el FMI para que Merkel dé luz verde a los eurobonos. Este conjunto de malas noticias era incluso demasiado para Wall Street, que también se movía en pérdidas por la presión de una Europa en vías de decrecimiento y sin reacción ante la crisis. El Ibex, con evidentes síntomas de pánico, lo pagó con un desplome del 2,76%, y hoy saldrá desde los 6.846,60 puntos, niveles próximos a los de 2003. También hubo derrumbes en Francfort (-3,36%) y París (-2,83%), pero no tanto en Londres (-1,85%). En el Ibex, cayeron a plomo Sacyr (-12,45%), ACS (-10,09%) y FCC (-7,18%). Hasta 10 valores bajaron más de un 4%. De los grandes, el peor fue Repsol (-5,97%), mientras que BBVA y Santander cedieron menos de un 2%. Sólo Indra (+0,34%) logró terminar en verde. En el CAC, despuntó el derrumbe de ST Microelectronics (-13,80%). Otros 15 valores, entre los que estaban BNP Paribas, Carrefour, Axa, ArcelorMittal y Crédit Agricole, descontaron más de un 4%.