Algunos resisten en la negación de la evidencia que otros no pueden aspirar sino a maquillar. Por ejemplo, en lo referente a la conquista de Nafarroa.

Uno de esos resistentes, Pascual Tamburri, escribía en «El Semanal Digital», que «Los abertzales imponen su relato como historia. La izquierda lo da por bueno, con el PSOE a la cabeza. Y el centroderecha paga sus culpas de años de cómoda pasividad. Víctimas, los jóvenes». «Víctimas» de que les ofrezcan otras versiones de la historia de su tierra, diferente de la de los vencedores, de entonces y posteriores, con los que Tamburri tanto se identifica.

Después, se lamentaba el pepero de que «el mundillo abertzale se ha movilizado para convertir en instrumentos de propaganda las campañas militares y los acontecimientos políticos de 1212 y de 1512. Y aunque se han gastado mucho tiempo, dinero y energías, teóricamente, en responderles, la verdad es que por diferentes razones ante la opinión pública la operación les va bien». Quizá sea que todo ese dinero y esas energías, además de intimidación, no han sido suficientes para colar un montón de trolas que pretenden verdad histórica.

Continuaba el profe presentando su versión como científica, porque lo dicen la historiografía facha y él mismo, mientras pretendía ridiculizar las demás: «Muchos lugares comunes, manipulaciones y simples falsedades han calado en la sociedad». Claro, lo de los demás son manipulaciones y falsedades; lo suyo, verdades irrefutables.

Y terminaba su «rigurosa» disertación arremetiendo contra lo que él considera mitos e invenciones: «Navarra permaneció políticamente unida al espacio que ya cultural, histórica y hasta económicamente le era propio desde hacía muchos siglos. Con guipuzcoanos, vizcaínos y alaveses, por supuesto, como con aragoneses, el resto de castellanos y leoneses, y no con soletinos o bearneses, y con variables fórmulas jurídicas, ninguna de las cuales (ninguna, repito, ninguna) puede sacralizarse, ni colocarse por encima de la realidad que a todas las citadas es anterior y común: España». Que es anterior al Big Bang y sagrada, ¿no?