Vecinos de Esa han denunciado que las intensas lluvias registradas en los últimos días han provocado un profundo deslizamiento de la ladera izquierda sobre la que se asienta la presa del pantano.

Se trata de una zona situada aguas abajo de la presa en la que los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) han inyectado grandes cantidades de hormigón y colocado bulones para intentar frenar el deslizamiento. Pero las lluvias han arrastrado el hormigón y los materiales metálicos.

La inestabilidad de la ladera sobre la que se asienta la presa de Esa -que la CHE quiere recrecer para aumentar la capacidad del pantano- ha sido denunciada en repetidas ocasiones por la Asociación Río Aragón, que se opone a esta obra, subrayando el peligro que supone para los vecinos de los localidades del entorno.

El presidente de la Asociación Río Aragón, Luis Solana, confirmó que el deslizamiento se ha producido y que es de dimensiones considerables.

Junto a ello, en declaraciones a GARA, Solana subrayó que ha quedado, una vez más, en evidencia que las soluciones que la CHE maneja para evitar los deslizamientos no son adecuadas. «Es algo clarísimo, indiscutible. De vez en cuando la naturaleza pone en evidencia que lo que hace la CHE no sirve para nada», destacó.

«Toda la ladera está cosida de hormigón y bulones, pero no han sido capaces de detener el deslizamiento. El tema es serio y las soluciones de la CHE y sus ingenieros quedan en evidencia. Están enterrando un dineral en las laderas, pero no les está sirviendo para nada porque sigue habiendo deslizamientos», explicó Solana.