El grupo municipal de Bildu en Tafalla, cabeza de comarca para la Zona Media, anunció en un comunicado que no apoyará hoy los presupuestos elaborados por UPN. Esta formación, la segunda en el municipio, asegura que las cuentas sólo contemplan recortes y que no se atisba «ningún tipo de idea, actuación o proyecto que contribuya a la generación de recursos y al impulso de nuestra ciudad».

En su nota, Bildu asegura haber mantenido una postura constructiva con respecto a la elaboración de las cuentas. Bildu resultó la segunda fuerza en Tafalla, tras dar un salto espectacular en cuanto a representatividad. Sin embargo, la alcaldesa, Cristina Sota, decidió impedir su presencia en los órganos de decisión del Ayuntamiento. Esto, a ojos de Bildu, «ha originado una situación de bloqueo muy negativa para Tafalla, contraria a la disposición demostrada por los grupos de la oposición y de lo expresado en las urnas por la ciudadanía».

Sin embargo, de no prosperar los presupuestos hoy, una posibilidad factible ya que Sota no cuenta con los apoyos necesarios, el papel de la oposición en el Ayuntamiento puede cambiar. La prórroga presupuestaria colocaría a Tafalla en una situación similar a Iruñea o Donostia, donde es necesario negociar con el Pleno para sacar adelante cualquier proyecto.

Enfrentamientos con UPN

Bildu afirma que «trabajará con ganas, fuerza y responsabilidad para contribuir a que en Tafalla se realice una gestión de los recursos municipales más justa, sostenible y acorde a los tiempos». Además, el grupo municipal denuncia que, hasta ahora, la ciudad se ha gestionado «como el coto privado de UPN». La irrupción de Bildu como segunda fuerza ha traído consigo varios enfrentamientos con el equipo de gobierno de UPN. El primero estuvo vinculado a la construcción de una caseta ilegal en una finca propiedad de la familia del concejal de Urbanismo. El segundo tuvo lugar a raíz de lo que se conoció en Tafalla como «el catastrazo», una decisión del Ayuntamiento, por la cual, todas las fincas de la ciudad tuvieron que pagar el triple en concepto de contribución, una medida rechazada por Bildu.