Miles de personas (15.000, según la delegación del Gobierno español) tomaron parte ayer en los actos del Día de Castilla que cada año tienen lugar en Villalar de los Comuneros (Valladolid) y que recuerdan la derrota de las tropas comuneras frente al Ejército de Carlos I en 1521. La jornada contó con la presencia de varias delegaciones procedentes de otras naciones del Estado español como Maite Aristegi, diputada de Amaiur, que tomó la palabra en la carpa de Izquierda Castellana para reivindicar la solidaridad entre los pueblos ante la ofensiva capitalista.

La fuerte presencia de la Guardia Civil en los alrededores, que impidió temporalmente el paso de la comitiva de IU, encabezada por su secretario general, Cayo Lara, fue la única nota negativa de una conmemoración que mezcla fiesta con reivindicación, esta vez mediatizada por la crisis económica y los hachazos sociales del Gobierno español.

«Por la soberanía, los derechos sociales y la República», resumió el periodista Fernando Valiño las demandas de los reunidos en la carpa de Izquierda Castellana, en la que se concentraron los mensajes más reivindicativos. Luis Ocampo, su portavoz, realizó un recorrido por la historia más contestataria del territorio, recordando a los jóvenes la importancia de una época marcada por el ataque neoliberal.

Por su escenario pasaron los representantes de otras formaciones procedentes de Euskal Herria, Paisös Catalans o Aragón, así como de las juventudes castellanas y su organización feminista, y no faltó el recuerdo para los presos políticos vascos y la demanda de legalización de Sortu.

El PP calienta el ambiente

La jornada comenzó con la tradicional ofrenda floral frente al monolito que recuerda a los cabecillas comuneros ejecutados tras la derrota en 1521. Allí se vivieron momentos de tensión ante la presencia del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera (PP), que acudió fuertemente escoltado por la Guardia Civil. El ambiente ya había sido caldeado por el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, también del PP, quien justificó su ausencia por la presencia de la «extrema izquierda castellana».