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CRíTICA: «Soul Surfer»

La tabla de salvación

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Mikel INSAUSTI

A lo largo de la proyección, he tenido la sensación de estar sumergido en una pecera, porque las refrescantes imágenes de olas hawaianas que inundan la pantalla las veía un tanto borrosas con los ojos llorosos, como si película y espectador estuvieran conectados por un mar de lágrimas. No quisiera repetir la eterna cantinela del «placer culpable», y es mejor reconocer que si te gusta llorar en el cine «Soul Surfer» ha sido hecha para agotar tus reservas de clínex.

El efecto lacrimógeno de «Soul Surfer» reside en su condición de clásico religioso de «vidas ejemplares», actualizado según los cánones del melodrama de épica deportiva típicamente estadounidense, para ajustarse a la personalidad desafiante de su joven heroína. Ya es de por sí todo un reto que una chica practique el surf profesional, pero lo es mucho más que lo haga con un solo brazo. Bien podría tratarse de una moderna Juana de Arco enfundada en un traje de neopreno, una mártir de la superación ante la adversidad.

El pasaje en el que la protagonista, tras sufrir la pérdida de un brazo a causa del ataque de un tiburón, viaja como cooperante cristiana a Tailandia es muy ilustrador al respecto. Allí se encuentra con las niñas y niños que han sido víctimas del tsunami y comprende que ellos lo tienen mucho más difícil que ella para recuperar las ganas de vivir y para volver a mirar al horizonte marino sin miedo. El camino de la esperanza le lleva directa hacia el tubo de la ola, que en la realización cobra una dimensión mística y hace las veces del famoso túnel situado entre la vida y la muerte.

Equivale a cualquiera de las revelaciones contenidas en el cine de Dreyer, y de milagro solamente se puede calificar el instante en que la teórica minusválida logra ponerse por primera vez de pie sobre la tabla con el apoyo de su única mano. La prueba de que no es un cuento y de que realmente la fe mueve montañas aguarda en los impactantes créditos finales, donde la verdadera Bethany Hamilton obra tales prodigios en filmaciones documentales.

 

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