Crónica | amianto: peligro de muerte
«No queremos viudas ricas, sino trabajadores sanos»
El peligro del amianto permanece. Asviamie Gipuzkoa organizó una conferencia con la presencia del experto Ángel Cárcoba, quien insistió en la necesidad de disponer de un fondo de compensación similar a otros países de Europa, y pidió que se declare persona non grata a uno de los ex magnates de Eternit.
Juanjo BASTERRA
De la mano de la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi, el pasado lunes se celebró en Donostia una conferencia a cargo de Ángel Cárcoba, ex sindicalista y experto en amianto, bajo el título «Indignos o indignados». Hoy se concentra esa asociación ante el Hospital Gipuzkoa dentro de unos actos previos a la conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. El mineral cancerígeno es uno de los que más muertes provoca entre todos los trabajadores del mundo y, pese a haberse reconocido el daño irreparable que produce a la salud de quien inhala sus fibras, sigue comercializándose en el mundo. Más de dos millones de toneladas se extraen y manipulan cada año, algunas de ellas circulan a nuestro lado porque, aunque está prohibido desde junio de 2002, ese mineral cancerígeno se encuentra entre nosotros y, lo que es peor, no hay una voluntad clara y firme de que desaparezca de las viviendas, de las empresas y de diferentes equipos de trabajo.
En compañía de Jesús Uzkudun, responsable de Salud Laboral de CCOO de Euskadi, Ángel Cárcoba propuso a Asviamie y otras asociaciones a que «se incorporen a la campaña internacional dirigida al Secretario General de Naciones Unidas para que ese organismo declare a Stephan Schmidney «persona non grata» en la próxima Conferencia de la ONU `Rio+20'».
Como explicó en Donostia, «este magnate fue condenado recientemente en el juicio de Turín en el caso Eternit a 16 años de cárcel y varios millones de indemnización», pero en este momento lidera «diversos proyectos filantrópicos» sobre los que caen sospechas razonables de «su repentina introducción en la economía verde», cuando el 13 de febrero de 2012, en Turín fue condenado por los delitos de «desastre ambiental intencional y permanente» así como también de «negligencia intencional en la implementación de las regulaciones de salud y seguridad» para la protección de sus empleados y la población en general de los bien conocidos riesgos de la exposición al mineral cancerígeno amianto, que causaron la muerte de más de 2.000 personas.
En el encuentro de Donostia, Cárcoba reclamó juzgados especializados en exposición al amianto «que unifiquen la doctrina jurídica del Estado español», a la vez que lamentó que «la excesiva judicialización de la epidemia de cáncer por amianto no puede seguir. Es necesario el establecimiento de procedimientos jurídicos uniformes a nivel internacional».
Fondo de compensación
Respecto al tema que parece más preocupa en este momento, el fondo de compensación, destacó su importancia, «como lo vengo planteando desde los años 80 del siglo pasado», pero afirmó que «no queremos viudas ni huérfanos ricos, sino trabajadores y familias sanas y en perfecto estado de salud». Para ello, pidió que el Estado español se adapte a normativas similares que hay en el Estado francés, Italia, Gran Bretaña, Bélgica y Holanda, entre otros.
Otro elemento importante es que «el amianto está por todas partes», por lo que la protección de la salud a la población de exposición pasiva es «esencial». Porque, como explicó, las tres fuentes de exposición al amianto son «la laboral (71%), vecinal (18%) y familiar (11%). La exposición al amianto ha sido del 71% en trabajadores y del 29% entre población no laboralmente expuesta».
Cárcoba, por último, insistió en que «no podemos olvidarnos del escándalo que supone la transferencia de riesgos a terceros países. De ahí nuestra propuesta de crear un control internacional de operaciones transfronterizas en cumplimiento de los requerimientos de la CE y de la OIT».
Asviamie, por otro lado, se concentrará en Bilbo este sábado a las 12:00 en la plaza del Teatro Arriaga y durante el Primero de Mayo estarán en la Plaza Circular de Bilbo, a las 12:30.