El agravamiento de la confrontación en Siria hace peligrar el plan de Annan
París, Washington e incluso un recién creado «Gobierno de transición» anticipan el fracaso del plan de Kofi Annan y sugieren una intervención en Siria, donde, pese al despliegue de observadores de la ONU, las cifras de muertos han vuelto a niveles anteriores al cese el fuego.
GARA | DAMASCO
Aunque algunos observadores de la ONU se encuentran desplegados en Siria, los actos de violencia no han dejado de aumentar en los últimos días. Dos de ellos se encuentran en Hama, donde el miércoles una explosión derrumbó un edificio matando entre una docena y 68 personas según las fuentes. La oposición acusó al régimen de haber bombardeado el lugar, mientras el Gobierno aseguró que la explosión fue causada por un «grupo terrorista» cuando preparaba una bomba y que mató a 16 personas.
Ayer continuaron los ataques, causando al menos seis muertos, según la oposición, cuatro civiles, un soldado y un combatiente rebelde. Por su parte, la agencia oficial Sana dio cuenta de la muerte de cinco civiles, que atribuyó a los insurgentes. Según el grupo opositor Comités de Coordinación Local, 462 personas, entre ellas 34 menores, han muerto por la represión desde la llegada de los observadores,
Por su parte, el ministro sirio de Información, Adnan Mahmud, acusó a los insurgentes de haber cometido «más de 1.300 violaciones del alto el fuego» y pidió a Annan «esfuerzos reales» para lucha contra ellos y «contra los países que los apoyan». También Rusia acusó a la oposición de recurrir a la «táctica del terrorismo».
Con el cese el fuego está rompiéndose a diario, el plan de Annan corre riesgo de fracasar y algunos parecen anticiparse. El general Mustafa Ahmed al Sheik, del Ejército Libre Sirio, opinó que incluso el despliegue previsto de 300 observadores de la ONU está abocado al fracaso y reclamó directamente una intervención militar extranjera, en una entrevista con el diario «Asharq al-Awsat».
También el Estado francés augura ya un fracaso del plan y, aunque el ministro de Exteriores, Alin Juppé, dijo que había que dar «una oportunidad a esta misión», exigió el «rápido desplazamiento de los 300 observadores, en dos semanas y no en tres meses». Si fracasa «habrá que pasar a otra etapa que ya hemos empezado a debatir con nuestros socios, bajo el capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas», afirmó. Su homóloga estadounidense, Hillary Clinton, mencionó hace una semana este artículo, que prevé el recurso a la fuerza en caso de amenazas contra la paz.
Este es también el objetivo de un recién creado «Gobierno de transición» sirio, anunciado por hombre de negocios sirio residente en Arabia Saudí, Nofal Dawalibi, cuyo propósito sería trabajar por la intervención militar internacional directa «sin pasar por las organizaciones internacionales o regionales».
El vice ministro ruso de Asuntos Exteriores, Mijail Bogdanov, opinó que apelar al recurso de la fuerza, autorizado por Naciones Unidas, «es un enfoque contraproductivo». El Gobierno francés asegura que ya ha empezado a estudiar la posibilidad de la intervención.
La oposición siria reclamó ayer una reunión de la ONU para que adopte una resolución de urgencia que proteja a los civiles, después del bombardeo de la ciudad de Hama. El Consejo Nacional Sirio responsabilizó a la «comunidad internacional de lo que ocurra sobre el terreno».