El Senado argentino aprobó en la madrugada de ayer el proyecto de la presidenta, Cristina Fernández, para expropiar el 51% de acciones de la petrolera YPF, que también incluye la expropiación una firma envasadora de gas butano manejada por Repsol. Según el privado Instituto Argentino del Petróleo (IAP) YPF produce el 34% del petróleo y el 25% del gas en Argentina.

63 senadores del gubernamental Frente para la Victoria (FPV) y de las principales fuerzas de oposición apoyaron la decisión del Gobierno, mientras que tres votaron en contra y otros cuatro se abstuvieron.

El senador kirchnerista Aníbal Fernández remarcó que «el petróleo y el gas son recursos imprescindibles para el país, que ofrece enormes ventajas competitivas a nivel internacional».

Por su parte, el presidente del bloque gubernamental, Miguel Pichetto, cerró el debate afirmando que «nadie va a derramar una lágrima por Repsol en España, porque están haciendo las inversiones fuera de España y están confundiendo a una empresa con un país».

Está previsto que la próxima semana el Congreso, donde Fernández tiene mayoría, apruebe la expropiación de YPF.

Por otra parte, la Cámara de Diputados de México exhortó al presidente Felipe Calderón a no inmiscuirse en la decisión adoptada por el Gobierno argentino. Calderón calificó la semana pasada como «muy lamentable» la postura de la presidenta Cristina Fernández respecto a YPF.

El proponente del punto de acuerdo aprobado el miércoles, el diputado Marcos Carlos Cruz Martínez, del opositor Partido de la Revolución Democrática, tildó esa declaración de «desafortunada» porque «solo el pueblo argentino deberá evaluar y calificar las decisiones de la presidenta y del Congreso».