La Real disputará mañana en el Vicente Calderón el antepenúltimo partido de la temporada con 43 puntos, la tercera mejor puntuación alcanzada a estas alturas en Primera desde 1999, solo superada por los 71 que tenía en la temporada 2002-03 y los 45 de la 2004-05 con Amorrortu.

Al margen del caso excepcional del año del subcampeonato con una plantilla insostenible económicamente, resultan curiosos los paralelismos entre las otras dos temporadas con menos agobios clasificatorios desde 1999, en las que los mejores resultados han llegado con una apuesta decidida por la cantera y, pese a ellos, es cuando más protestas se han escuchado.

En la temporada 2004-05, acuciado económicamente, el Consejo de José Luis Astiazaran decidió rescindir el contrato que durante la campaña anterior había renovado a Denoueix -lo hizo más que por confianza como mensaje para la plantilla en el año en que peor ambiente ha habido en el vestuario de Zubieta-, apostó por la cantera y ficharon para ello a un técnico que creía en el trabajo con los jóvenes como Amorrortu. Así tuvieron gran protagonismo canteranos como Riesgo (3.160 minutos), Labaka (2.700), Mikel Alonso (2.622), Garrido (2.262), Gari Uranga (1.454), Gabilondo (1.331), Zubiaurre (1.254), Xabi Prieto (1.252) y Barkero (698).

Desde el inicio de la temporada el equipo tuvo que soportar un ambiente de desconfianza y de protestas en Anoeta influenciado por la campaña contra el Consejo de Astiazaran impulsada por el DV y que motivó que al final de temporada saliera el ahora presidente de la LFP y también el director deportivo, Roberto Olabe, el gran defensor de esa apuesta por la cantera.

«Por ser guipuzcoanos»

A pesar de que el equipo respondió con la gente joven, se tuvo que escuchar durante todo el año que esos nueve canteranos por los que se apostó jugaban en Primera solo por ser guipuzcoanos y porque Kutxa había cerrado el grifo a Astiazaran y la Real no tenía dinero para fichar.

De aquellos nueve jugadores que tuvieron que soportar que uno con el que compartían vestuario como Karpin dijera que jugaban en Primera por ser guipuzcoanos, siete años después siete están en la máxima categoría y solo uno en la Real.

Esta temporada también ha habido un Consejo y un director deportivo que han apostado por la cantera y para ello han rescindido el contrato de un entrenador que no confiaba en ella y han apostado por otro que cuenta con los jóvenes y que ha ayudado a la progresión de Iñigo Martínez (2.201 minutos), Agirretxe (2.056), Estrada (2.097), Elustondo (1.253), Illarramendi (1.238), Cadamuro (1.139), Markel (699) y Pardo (331).

El equipo ha conseguido la permanencia con más tranquilidad desde 1999 y, sin embargo, muchos están insatisfechos. Lo mismo que hace siete años. Entonces se cambió todo y ya se sabe lo que pasó. Este año no se puede repetir el error y se dará continuidad a lo que funciona.