El buen tiempo arropó a los marchistas contra la Línea de Alta Tensión a su llegada a Lizarra, tras dos días de lluvias. Unas 150 personas entraron ayer en la capital del Ega para exigir la supresión de la «autopista eléctrica» que el Estado quiere construir entre Itsaso (Gipuzkoa) y Tafalla (Nafarroa), para dar salida a la producción de las centrales térmicas irregulares de Castejón. A su llegada, se celebró una gran manifestación que, según los organizadores, superó el millar de personas.

La marcha en contra de la infraestructura arrancó el pasado sábado y cada una de las etapas fue seguida por más de setenta personas a pesar de la lluvia. La entrada en Lizarra, duplicó a las anteriores. La primera etapa paso por las localidades de Orkoien, Arazuri, Larraia, Undiano. Al día siguiente, los marchistas cruzaron Erreniega, deteniéndose en Gares y haciendo noche en Zirauki, para partir después a la capital de Lizarraldea.

Enrique Miranda, portavoz de la Plataforma No a la Línea de Alta Tensión y una de las 22 personas que cubrieron las tres etapas, señaló que la infraestructura «se acomete para favorecer los intereses de las grandes eléctricas y no al desarrollo de los pueblos que se van a ver afectados». El rechazo que ha cosechado la polémica infraestructura es notable, ya que 192 pueblos y ayuntamientos de Nafarroa y Gipuzkoa se han posicionado en contra. Además, el propio Gobierno del Estado ha dado un severo varapalo al proyecto, ya que ha ordenado a Red Eléctrica Española (REE) a que redacte un nuevo Plan Estatal de líneas de electricidad ya que el actual (elaborado en 2005) está caduco y «desfasado». En consecuencia, la reivindicación de la plataforma es que esta línea «desaparezca de los proyectos de REE».

Un despilfarro para todos

El ecologista Alberto Frías y la alcaldesa de Dicastillo, María José Sagasti, fueron los elegidos para dar lectura ayer al comunicado al término de la manifestación. En particular, ambos destacaron que la línea planteada (pensada para 400.000 voltios) producirá una grave afección medioambiental y socioeconómica para las localidades implicadas. Asimismo, la plataforma destaca que «el coste de las líneas de alta tensión engordan el déficit tarifario que provoca el recibo de la luz de todos los consumidores». En este sentido, la línea no sólo causaría un daño a estos pueblos sino que el «despilfarro» que supone acabará siendo costeado por los bolsillos de los ciudadanos, cuando, además, «no está justificada la demanda eléctrica en Nafarroa».

La manifestación por las calles de Lizarra comenzó en la Plaza de los Fueros y, tras callejear durante un buen rato, regresó al mismo lugar. Tanto la marcha de tres días como la movilización en Lizarra pretenden presionar «a los gobiernos de Iruñea y Gasteiz y a la Diputación de Gipuzkoa a posicionarse en contra de que la Línea Tafalla Itsaso se incluya en el próximo plan de la REE».