El inglés Jason Statham es el tipo duro por excelencia del cine actual, pero en «Safe» su acostumbrado reparto de golpes a diestro y siniestro se ve matizado, porque le guía una buena causa: proteger a una niña de origen asiático de sus perseguidores. El realizador Boaz Yakin ha querido así conciliar la posición que hoy en día ocupa dentro del cine comercial con sus prometedores comienzos en el cine de autor gracias a «Fresh». Por eso ha retomado la referencia de un personaje infantil, en este caso una niña prodigio con un don especial para las matemáticas, que es aprovechado por las triadas chinas para obligarle a memorizar una serie numérica que oculta un código secreto. Su único apoyo es el personaje de Statham. Es un argumento frecuente, ya que «Safe» coincide en nuestra cartelera con el estreno de la película coreana «El hombre sin pasado».