El Ejército egipcio advirtió ayer sobre toda amenaza contra el Ministerio de Defensa, en vísperas de la manifestación prevista para hoy para protestar contra la última ola de violencia, que el miércoles dejó un saldo de 20 muertos y 168 heridos.

«La responsabilidad, el deber, la ley y el derecho de legítima defensa así como el honor militar impone a los miembros de las Fuerzas Armadas defender el Ministerio de Defensa y las instalaciones militares, pues son un símbolo del honor militar y del prestigio de la nación. Si alguien se acerca será su responsabilidad», declaró el general Mokhtar al-Molla, del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. «Acampar cerca de la sede de las Fuerzas Armadas es muy peligroso. Creemos que Tahrir ya es suficiente para manifestarse», añadió el también general Mohamed al-Assar.

El miércoles de madrugada, varios individuos no identificados, acusados de ser matones vestidos de civil, atacaron a manifestantes reunidos frente a ese Ministerio desde hace varios días para exigir la salida del Ejército del poder. La Junta Militar reiteró ayer que traspasará el poder a una autoridad civil «antes del 30 de junio», comprometiéndose a organizar unas elecciones «libres y transparentes».

Ayer, se respiraba una tensa calma en la plaza Abbassiya, donde cientos de personas seguían acampadas a pesar de la presencia de efectivos del Ejército y la Policía.