Con los votos del PNV y el PP, el pleno del Parlamento de Gasteiz aprobó ayer instar al Gobierno a que reincorpore en su puesto a Juanjo Olaizola, director del Museo del Ferrocarril de Azpeitia durante veinte años y cuya destitución por Eusko Tren causó una agria polémica tanto por las formas -se le incoó un expediente por unas declaraciones públicas- como por el contenido -es uno de los mayores expertos en trenes de Europa-.

La moción aprobada parece que no tendrá mayor virtualidad que expresar la crítica hacia la gestión llevada a cabo por la consejería de Arriola en este asunto. Se dio un varapalo tanto a la sustituta de Olaizola -Maitane Ostolaza- como al funcionamiento de la fundación del museo. Alex Etxeberria (PNV) no dudó en calificar lo sucedido de «escándalo», por las «maneras torticeras» usadas, con el resultado de que «el museo es dirigido por la candidata que menos conocimientos museísticos y de ferrocarriles tenía entre los que se presentaron». Instó a Gasco a que «como repetidamente le pide al alcalde de Donostia en los plenos, cumpla lo que le pide este pleno».

Tras ganar en los juzgados, Olaizola ha recuperado su puesto, aunque no el de director, porque nunca lo fue oficialmente.