El PSN acabó con sus dudas ayer, cuando sumó sus votos a los de NaBai, Bildu e I-E para pedir la dimisión del alcalde de Eguesibar, Josetxo Andía. La votación sobre la continuidad del primer edil llegó al Pleno dentro de las conclusiones de la comisión de investigación que ha detectado 52 irregularidades durante la gestión de Andía, algunas de ellas constitutivas de delito, de ser probadas en los juzgados de Agoitz. Hace dos semanas, cuando se votó en la comisión sobre la exigencia de la dimisión, el PSN se abstuvo, pero en el último momento cambió de opinión. Pese a ello, la senadora María Chivite, portavoz del PSN en Eguesibar, dio una última oportunidad a UPN lanzándole un ultimátum para que se deshaga de Andía si no quiere enfrentarse «a nuevas medidas», en alusión a una eventual moción de censura.

UPN gobierna en minoría en Eguesibar gracias a la compleja distribución de los concejales. El partido de Yolanda Barcina es el mayoritario, pero solo tiene seis ediles. Le siguen NaBai con cuatro y hay un triple empate entre Bildu, PSN e Izquierda Ezkerra, que tienen dos representantes. Cierra el complejo puzzle el único concejal del PP. Ayer, solo los ediles de UPN respaldaron al alcalde. El PP se abstuvo.

Aunque diez concejales de los 17 del Ayuntamiento exigieron en el Pleno la dimisión del alcalde, esto no tiene efecto inmediato. Para ello, tiene que tramitarse una moción de censura, que debe ser realizada por la mayoría más uno de los ediles. Esto conllevaría la elección de un nuevo alcalde, pero no la convocatoria de unas nuevas elecciones. Por tanto, se obligaría a una nueva negociación entra las distintas fuerzas que, a día de hoy, está verde. De hecho, la decisión de Chivite de votar a favor de la dimisión pilló por sorpresa a NaBai, Bildu e I-E.

Andía, por su parte, pareció no darse cuenta de lo que acontecía a su alrededor. Habló de sí mismo como si tuviera continuidad en el cargo, prometiendo más transparencia y el cobro de impuestos que la comisión detectó que habían sido mal calculadas en favor de la empresa Nasipa. Su mano derecha, la edil Estefanía Clavero, se levantó del pleno tras conocer la posición del PSN. Llamó por teléfono y (muy probablemente) contactó con el responsable de UPN en el valle. Al terminar la llamada, defendió con tesón al alcalde.

Así las cosas UPN tiene tres alternativas: entregar la cabeza del alcalde, forzar a PSN a retractarse o asumir que perderá el tercer ayuntamiento más importante de Nafarroa. En cuanto a las 52 irregularidades, la comisión de investigación las ha llevado a los tribunales de Agoitz -los más saturados de Nafarroa- y el proceso puede durar años.