Sabían que la hermana del Rey, la infanta Pilar de Borbón, tiene un patrimonio de 4,5 millones de euros en una Sociedad de Inversiones por los que apenas paga impuestos? Es probable que no y, por eso mismo, este es uno de de los quince temas que componen el Anuario de los Silencios Mediáticos de 2011, presentado el jueves por el observatorio crítico de los medios Media.cat en Barcelona.

Se trata de un anuario impulsado por el observatorio del Grup de Periodistes Ramon Barnils con el objetivo de «dar una segunda oportunidad» a noticias que durante 2011 no tuvieron apenas seguimiento en la prensa catalana, tal y como explicaron durante una presentación, en la que también estuvo presente el recuerdo para los periodistas de «Egin» todavía hoy encarcelados. El documento comprende un total de quince reportajes elaborados por un amplio grupo de periodistas coordinados por Roger Palà y Sergi Picazo, con la colaboración de la Fundación Espai Català de Cultura i Comunicació (Escacc), el máster de Comunicación de Conflictos Internacionales de la UAB y el Col·legi de Periodistes de Catalunya.

El empujón más importante al proyecto, sin embargo, vino de la campaña de micromecenazgo puesta en marcha a través de la plataforma de crowdfunding Verkami. Un total de 256 aportaciones ciudadanas consiguieron que el Anuario recaudara el doble del dinero inicialmente previsto, abriendo nuevos caminos para el futuro del periodismo de investigación, «es decir, al periodismo en sí mismo», según explicaron durante la rueda de prensa de presentación.

Y es que, el trabajo de Media.cat tiene mucho de reflexión en torno a la profesión del periodismo. ¿Por qué hay temas que se callan si no hay, dicen, censura? En la introducción del Anuario, los coordinadores apuntan las sutiles formas que adquiere la censura fuera de regímenes totalitarios: «La forma más sencilla de censurar hoy en día un tema incómodo es, sencillamente, el silencio». «Rutinas de producción acelerada, el consenso manufacturado, la propiedad de los medios, la influencia de la publicidad, el miedo a pleitos judiciales o la autocensura periodística son algunos de los motivos», explican.

Claro está que los tiempos para el oficio no son los mejores, con cierres de cabeceras, ERE y despidos masivos configurando un peligroso escenario mediático para los próximos años. «Por eso hay que felicitar al Anuario, por hacer periodismo de verdad», señaló el profesor de la UAB Xavier Giró, quien ilustró el hecho con una anécdota: «Una vez sacamos en la Universidad una revista que se llamaba `Caza, pesca y sexo', y me he acordado de esto porque el periodismo es así: se sale a la caza de noticias, de vez en cuando se pesca alguna exclusiva e, igual que el sexo, cuanto más se práctica el periodismo, más se disfruta».

De los Borbones al burka

El tema de los quince reportajes es de lo más diverso, con el nexo de unión en el olvido al que los han condenado, salvo honrosas excepciones, los medios de comunicación. El caso de la hermana del Rey es el plato más fuerte del Anuario, en el que también aparecen otros de índole económica, como el fraude fiscal, que cada año cuesta a cada catalán 876 euros y que es realizado en un 71% por las grandes fortunas y corporaciones. Los bancos tampoco se salvan del escrutinio, con un texto que desvela los intereses armamentísticos de las principales entidades financieras catalanas y otro en el que se denuncia la especulación de Caixa Catalunya en el mercado de los alimentos básicos.

Operaciones y actividades de dudosa legitimidad llenan también el Anuario, como el reportaje sobre la opaca e irregular gestión del agua de la empresa Aigües de Barcelona, o el que analiza la nueva legislación turística y de urbanismo del Gobierno balear, que abre las puertas al primer complejo de ocio católico en Europa. El caso de la plaza de toros de la Monumental y la indemnización a la familia Balañà tras la decisión del Parlament de prohibir las corridas; las protestas ecologistas contra el gasoducto del Vallès; y la falta de ley alguna que regule las prácticas de los lobbies son otros tres de los temas que apenas han tenido presencia en los medios y a los que el trabajo de Media.cat dedica profundos reportajes.

Otros trabajos abarcan también aspectos de los Paísös Catalans poco tratados habitualmente, como las 27 leyes del Parlament bloqueadas en el Tribunal Constitucional; las causas por las que, pese a la infinidad de casos de corrupción, el PP mantiene la mayoría absoluta en el País Valencià; o el de un hipotético referendo sobre la independencia. Sobre este tema, como ya es sabido, se ha hablado mucho durante los últimos meses, pero no -al menos en la prensa catalana- desde la perspectiva del Anuario, que se acerca al tema a través de los votantes que dirían que no a la secesión o se abstendrían, en un interesante reportaje sobre sus razones.

Temas laborales, como la ruidosamente silenciada sentencia del Tribunal Superior de Justicia valenciano contra las prácticas antisindicales de la Ford, ocupan también las páginas del documento, que se completa con dos reportajes de temática social: los éxitos de la mediación social como mecanismo de resolución de conflictos y la prohibición del burka y el niqab, medida que se aplicará a finales del 2012.