GARA

El calamitoso comienzo del partido albiazul, con 5-0 en el minuto 10 (momento en que Juanto Apezetxea solicitó un tiempo muerto), y primer gol a favor en el minuto 11, lastró todo el partido. El Guadalajara salió en tromba con el objetivo de poner tierra de por medio con la zona de descenso, y al acierto casi insuperable de su portero Oliva (28 paradas de 53 lanzamientos, un 53%) se sumó el nulo acierto rematador de San Antonio (25 remates fallidos en la primera mitad). La diferencia no hizo más que crecer hasta una desventaja máxima de ocho tantos (13-5 en el minuto 22), y el Guadalajara mantuvo la presión hasta el descanso, para acabar con las esperanzas albiazules de remontar.

San Antonio salió algo más centrado en la segunda parte, y en los primeros minutos redujo la desventaja, aunque en ningún momento bajó de los cinco goles. El Guadalajara se dispuso a gestionar su renta, con la mayoría del trabajo hecho, y tampoco le costó mucho marcar el ritmo del partido a su gusto.

Con el partido decidido, un parcial de 0-2 final rebajó por fin la diferencia a cuatro goles, que maquillaban el resultado.