El PP da por agotado el pacto con el PSE
López decide continuar en solitario, pero ya no aspira a agotar la legislatura
La retirada del apoyo por parte del PP hace que el Gobierno de Lakua solo disponga ya de 25 escaños sobre 75 en una Cámara hecha a su medida tras excluir a la izquierda abertzale
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
La ikurriña, más al centro que nunca. Sola, como viene ocurriendo desde hace más de un año. Las consejeras y consejeros, sentados en una primera fila, ejerciendo más de escudo interpuesto con los periodistas que de la alineación de guardaespaldas de apoyo propia de anteriores comparecencias solemnes. Patxi López salió ante los medios para decir que «el PP vasco sabe que soy el único que tiene capacidad para disolver el Parlamento. Nadie desde la sombra puede obligarme a ello».
Era la reacción previsible, aunque quizá un tanto sobreactuada. Tan cierto es que solo el lehendakari tiene la facultad legal de convocar las elecciones como que la decisión del PP de retirarle el apoyo de sus 13 escaños le hace perder la mayoría parlamentaria de la que disponía y le deja en una situación de debilidad de la que no se sale únicamente diciendo «estoy convencido de que vamos a sacar los proyectos que tenemos».
Patxi López es consciente de ello y ayer se cuidó muy mucho de ponerse plazo alguno o de asegurar que agotaría la legislatura llegando hasta marzo de 2013. «Vamos a seguir hasta cumplir nuestros objetivos», apuntó. «Hablaremos con todos los partidos -explicó- para buscar acuerdos y cada uno tendrá que definir cuál es su responsabilidad de país».
Traducción: Dados los plazos legales, ya no se pueden convocar elecciones antes del 1 de julio. Aprovecharemos los meses que quedan hasta verano para explorar las posibilidades de acuerdo para sacar adelante leyes y quizá hasta los presupuestos. Si la oposición no actúa con la «responsabilidad» que le gustaría al Gobierno, a la vuelta del verano habrá que convocar elecciones para otoño.
«Hemos cumplido el acuerdo»
Patxi López tenía prevista la comparecencia de ayer para hacer balance de sus tres años de mandato. Aseguró que se han ido cumpliendo los objetivos marcados en el acuerdo suscrito con el PP.
Acusó a la formación de Antonio Basagoiti de haber optado por «las políticas neoliberales» de Mariano Rajoy en lugar de por la defensa del autogobierno y del Estado del Bienestar que, en opinión del lehendakari, defendía el acuerdo de «bases para el cambio democrático» firmado el 30 de marzo de 2009. Por ello, aseguró que recurrir las invasiones competenciales y los recortes ante Tribunal Constitucional no es hacer oposición a Rajoy -como le critica el PP para justificar la ruptura- sino defender a la ciudadanía vasca.
Afianzando cuál va a ser el eje de sus mensajes en adelante, Patxi López insistió en que los recortes en educación y sanidad no se van a aplicar en la CAV hasta que el Tribunal Constitucional no obligue a ello a su Gobierno. Este paso supone un endurecimiento de su discurso, que hace quince días era el de cumplir y recurrir.
La campaña electoral se puede dar por iniciada y será larga. Noviembre sigue apareciendo como el horizonte más factible.
Todos los partidos, salvo el PSE, coincidieron ayer en exigir la convocatoria de elecciones para dar lugar a un nuevo parlamento y a un nuevo gobierno. El PP, socio preferente hasta ahora del Ejecutivo y su sostén parlamentario, anunció ayer que «pasamos a otra fase» que le sitúa como oposición abierta a López.
La izquierda abertzale -cuya exclusión de las elecciones fue la condición necesaria para que PSE y PP sumaran mayoría- volvió a denunciar la ilegitimidad que de origen arrastran el Parlamento y el Gobierno, y pidió la disolución de la Cámara «para posibilitar la constitución de otra nueva que refleje la realidad sociopolítica de la CAV a través de unas elecciones que sí respeten el derecho a sufragio universal». Maribi Ugarteburu denunció que, además de la situación de minoría en la que ha quedado, «el Gobierno de López es incapaz de actuar con la responsabilidad política necesaria para afrontar los dos grandes retos de nuestro pueblo».
En parecidos términos se pronunció el diputado de Amaiur Xabier Mikel Errekondo. Denunció que «el PSE y el PP vasco han sido meras sucursales de lo pactado en Madrid».
El parlamentario de EA en Gasteiz, Juanjo Agirrezabala, pidió «elecciones ya» porque «no tiene sentido mantener la agonía de que la tercera fuerza política del país gobierne en minoría, cuando se necesita un ejecutivo fuerte que haga frente a la crisis económica y la normalización política».
IU y Ezker Batua también defendieron el adelanto electoral, al igual que el PNV.
Por contra, el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, insistió en que el Gobierno de Patxi López «va a seguir funcionando», y recordó que el anterior lehendakari, Juan José Ibarretxe, se pasó «diez años en minoría». Según afirmó, el Ejecutivo autonómico «va a seguir funcionando, defendiendo el autogobierno y el Estado de Bienestar, por convicción propia y por mandato parlamentario expreso». GARA
Patxi López, con 25 de 75 parlamentarios, ni siquiera descartó la posibilidad de lograr acuerdos para poder aprobar los próximos presupuestos. Una declaración de intenciones que contrasta con la realidad política e institucional.
Al lehendakari no le ha gustado que Basagoiti diera por roto el acuerdo por radio y sin avisarle. «No son las formas de la tradición política, ni de la cortesia, ni las que se necesitan en este tiempo. Un acuerdo de gobierno es algo serio»
López descarta reunirse con Basagoiti para acordar un «final ordenado» de la legislatura como le ha propuesto el líder del PP. El lehendakari insiste en seguir y Basagoiti le recuerda que se puede llevar «un revolcón» parlamentario cada semana.
