La jornada de ayer fue un torbellino de bajadas y subidas, aunque al final el Ibex, pese a perder terreno, concluyó por encima de los 7.000 puntos. La dimisión de Rodrigo Rato y la ayuda pública a Bankia concentraron todos los debates, aunque los analistas quisieron ver más allá al entender como crucial la salvación de la entidad, uno de los cinco grandes que, de caer, pueden desestabilizar todo el sistema financiero del Estado español. Aunque todavía falta por definir los fondos destinados a la operación y el modo de articularlos, los expertos creen que el próximo viernes quedará cerrado este capítulo. De todos modos, también deberá contar con la aprobación de Bruselas. En Europa, tras la victoria de Hollande, se acumulan los argumentos a favor y en contra de modificar el pacto fiscal, pero se está a la espera de su próximo encuentro con Merkel para saber si logra abrir una puerta al impulso de las políticas de crecimiento. Al cierre, el Ibex se paró en los 7.006,90 puntos, tras ceder un discreto 0,80%. Las bajadas de París (-2,70%), Fráncfort (-1,90%) y Londres (-1,78%) fueron más rotundas. Dentro del Ibex, se significó el nuevo descuento de Bankia (-4,76%). Desde su salida a bolsa cede un 40%. Las caídas de IAG (-6,70%) y ACS (-5,34%) fueron todavía más pronunciadas. También bajaron todos los grandes, a excepción de Telefónica (+0,31%). Caixabank y Enagás, que sumaron más de un 1%, fueron los mejores. En París, todos los valores, excepto Bouygues (+0,75%), acabaron en rojo. Vallourec (-5,31%), ST Microelectronics (-5,18%) y Société Générale (-4,75%) encabezaron las caídas.