La fiel infantería mediática del actual Gobierno del Estado español mantiene un objetivo prioritario: mentir, engañar, manipular para obnubilar a sus fieles seguidores, y además, entre ellos, están librando una gran batalla para ir creando una imagen de Mariano Rajoy, primero, vendible en el interior y después, reconocible en el exterior. Lo que cuesta detectar en la primera mirada qué entienden por dentro y fuera estos aduladores del poder de la derecha más recalcitrante. Se pelean por ser el grupo mediático favorito, el más servil, el más acrítico, el más adulador.

Como van viendo que el tic de echar la culpa a ZP se está acabando, deben fabricar un modelo de presidente que sea aceptable por las clases medias y las populares. Como está claro que no tiene ni idea, ni talla de estadista y se le están riendo en la cara todos, en Europa, América y hasta Alcorcón, ante las ausencias y silencios en cumbres o ante su invisibilidad para asumir las responsabilidades, se inventaron una historia familiar para justificar su falta de categoría presidencial que, además de ser lamentable, es una auténtica contra imagen, ideada por sus peores enemigos, acabaron dos periódicos contradiciéndose sobre la misma historieta.

Resulta que en vez de estar dando la cara, reunido con las autoridades, solucionando problemas, estaba con su familia en un pueblo de la provincia de Toledo, y se llevó en su séquito a su cocinero. Pero para ahorrar o para dar una idea de familia de clase media, llevaban comida de Moncloa en «tapers». No se puede ser más ridículo: llevarse a un señor cocinero para que caliente la comida en el microondas. A no ser que llevase en esos sustitutos de la fiambrera foi, percebes o caviar, que tampoco sería de extrañar. Esos grupos mediáticos que propagaron esa idiotez no pueden imaginarse el daño que hacen a esa marca devaluada que intentan reflotar: España. Es tan absurdo que se movilice con escoltas, asistentes varios y quiera convencer a Merkel que su plan de ahorro es llevarse la tortilla de patata hecha desde Palacio, que seguro sube la prima de riesgo. En Argentina le han metido mano, ley en mano, a Movistar.