Anoeta vivirá hoy un día emotivo en el homenaje más especial de su historia que todos los estamentos de la Real van a dedicar a Mikel Aranburu en su último partido como blanquiazul. Valencia y Real afrontan el último partido de Liga sin nada en juego después de que los de Montanier se aseguraran a tres partidos del final la permanencia y los de Emery el tercer puesto la pasada jornada y eso provocará que por una vez lo que suceda en el partido sea lo menos importante en el estadio.

El de hoy no es un partido entre la Real y el Valencia, es el partido de Mikel Aranburu, que por una vez en su trayectoria ha antepuesto lo personal a lo colectivo y ha querido despedirse como no lo pudieron hacer otros compañeros. Su despedida será la ideal, la más especial de todas las registradas en Anoeta, y debería servir para recuperar lo que nunca se debió perder. La de Aranburu tiene que ayudar a retomar las despedidas que la afición realista tributaba a aquellos jugadores que deciden dedicar toda su carrera a la Real.

Los actos de homenaje comenzarán antes del partido. La Real ha pedido a sus aficionados que entren en el estadio a las 19.40 porque los jugadores de los dos equipos saldrán antes de lo habitual acompañados de los equipos infantiles de Real Sociedad y Lagun Onak para simbolizar el paso que dio Mikel Aranburu en esa categoría, con 13 años, para pasar del equipo de su pueblo al club de su corazón.

Los dos equipos harán un pasillo por el que pasarán Mikel Aranburu y Jokin Aperribay. A pesar de la intervención quirúrgica a la que ha sido sometido esta semana, el presidente de la Real impondrá en el centro del campo la insignia de oro y brillantes del club que hasta hace unos años era obligada en el adiós de los realistas que llegaban a diez años en el primer equipo. El azpeitiarra ha estado 14, que le han llevado a ser con 427 partidos oficiales el noveno en el ranking solo superado por Gorriz (599), Larrañaga (589), Zamora (588), Arkonada (551), Fuentes (495), López Ufarte (474), Gajate (469) y Kortabarria (442).

Sorpresas

La entrega de la insignia cerrará los actos anunciados y, a partir de ahí, comenzarán las sorpresas que le tienen preparadas a Aranburu. Alguna llegará antes del inicio del partido, pero las más las descubrirá a su término. En cuanto ponga Pérez Montero final a la carrera deportiva de Mikel Aranburu, sus compañeros empezarán el segundo acto del homenaje. Por ello la Real solicita a sus seguidores que no dejen el estadio cuando acabe el partido. Todos los autobuses que trasladan a los aficionados esperarán a que acabe el homenaje y retrasarán en al menos quince minutos su salida.

Tras el partido y, después de trasmitir a la prensa las sensaciones de su despedida, Aranburu vivirá un tercer acto emotivo preparado por el club, que ha invitado al palco de Anoeta a toda la familia del jugador, a amigos y ex compañeros suyos en los veinte años que ha estado en la Real. Volverá a encontrarse con cantidad de jugadores con los que ha compartido vestuario en un acto privado que pondrá fin a su día más especial.

Será una jornada sencilla, pero llena de emociones porque Aranburu recibirá el homenaje que se merece. Sería bonito además que la fiesta fuera completa y la Real gane. Montanier presentará para ello su mejor once mientras que Unai Emery dejó en Valencia a jugadores importantes como Guayta, Soldado o Albelda y dará la oportunidad de jugar a los menos habituales.

La Real quiere ganar y cerrar la temporada con la segunda mejor puntuación en Primera desde que Aranburu subió al primer equipo en 1999, 47 puntos, solo superada el año del subcampeonato. Eso además servirá para valorar mejor el éxito de un año de transición tras el que Mikel cede el testigo.