Enrique Martín de Marcos será elegido hoy como secretario general del PP en Nafarroa. El actual diputado en el Parlamento de Iruñea y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Tutera se hace con el poder en la formación unionista después de llegar a un acuerdo con Ana Beltrán, que lideraba una candidatura alternativa, pero que ha terminado por retirarse. Finalmente, las presiones de Génova han calado en la empresaria, que inició la carrera por la sucesión pero que fue superada por su rival en la recogida de avales. A pesar de la imagen de cordialidad que los conservadores tratan de vender de cara al exterior, las heridas internas no terminan de cicatrizar. Hoy, María Dolores de Cospedal intervendrá en el acto previsto en Iruñea en el que Santiago Cervera abandonará el puesto que ha ostentado desde la escisión de UPN en 2008.

La carrera por el relevo de Cervera ha destapado la existencia de dos sectores enfrentados en el seno del PP. Por una parte, los seguidores de Ana Beltrán, entre los que se encuentran el ya casi expresidente de la formación, que fue uno de los 161 afiliados que avaló con su voto la candidatura de la diputada zaragozana. Este sector aboga por marcar un perfil diferenciado respecto de UPN y aprovechan el pacto de Yolanda Barcina con el PSN para presentarse como una opción diferenciada. Hacer frente a una formación con un fuerte peso institucional como UPN ha constituido, hasta el momento, un reto imposible para el grupo que decidió romper un matrimonio de conveniencia que databa desde los años 90.

Frente a este sector irrumpió la candidatura de Enrique Martín de Marcos, un médico madrileño que hasta el momento ha ejercido el cargo de vicesecretario de organización. Logró 105 avales más que su oponente (un total de 266), lo que le dejó en mejor posición ante Génova a la hora de liderar la candidatura de unidad que exigían en Madrid. Ejerce de teniente de alcalde en Tutera, gobernado por UPN, por lo que aparece como un político más proclive al entendimiento con sus antiguos socios.

El acuerdo por la candidatura unitaria llegó esta misma semana, después de una reunión entre ambos candidatos en la que se determinó que Martín de Marcos liderará el partido y ejercerá como portavoz parlamentario. A Beltrán se le reserva el puesto de vicepresidenta. Todavía queda en el aire cuál será el papel que juegue Eloy Villanueva, actual secretario de organización y que, a pesar de no haberse pronunciado, todos ubican en la línea de Martínez de Marcos, con quien ha compartido tareas internas en el partido.

Una trayectoria peculiar

Qué papel jugará Villanueva no es una cuestión secundaria. En principio no va como candidato a la Ejecutiva, aunque tampoco se descarta que en la próxima reunión del nuevo liderazgo del PP se le otorgue un puesto de relevancia. También es cierto que esta figura genera opiniones encontradas dentro del partido. Especialmente, por un pasado poco claro. Entre los años 2000 y 2001 era habitual verle en ambientes abertzales de Iruñea, hasta el punto de frecuentar asiduamente la Herriko Taberna de la calle Jarauta. Este periódico ya dio cuenta de este pasado alrededor del independentismo del diputado antes de las elecciones al Parlamento de Nafarroa. Ante esta situación, y después de que los rumores se extendiesen por Iruñea, Villanueva se presentó en Génova para justificar sus andanzas. Según esta versión, el parlamentario se habría definido a sí mismo como «servidor» del Estado, aunque sin dar más detalles.

No es necesario más que entrar en alguno de los foros que han aparecido después de que se desvelase el pasado de Villanueva para comprobar los interrogantes generados por el parlamentario. Especialmente, cuál es el proceso que le llevó desde frecuentar ambientes abertzales hasta afiliarse a las juventudes de UPN. Allí, bajo las órdenes de Sergio Sayas, no ostentó ningún cargo de relevancia. Pero tomó contacto con otros miembros de Juventudes Navarras que, como él, abandonarían la formación para integrarse en un recién constituido PP. Desde entonces, se ha colocado en primera línea de la política en Nafarroa.

Con Miranda cambia el timonel, pero la incógnita hoy es quién ocupará el sillón que deja libre Villanueva, la Secretaría General, que es el verdadero asiento del número dos. En realidad, Beltrán se conforma con una Vicepresidencia algo ornamental, ya que no tiene funciones salvo sustituir a Miranda cuando esté enfermo o de vacaciones. También Villanueva deja la primera fila. Quizá esperen, agazapados, al segundo asalto.