El presidente de Feve, Marcelino Oreja, defendió ayer la integración de esta empresa en Renfe y Adif porque su deuda, de casi 600 millones de euros, es «inasumible» para una compañía que factura al año «poco más» de 40 millones. Oreja declaró que una empresa ferroviaria pública «tan pequeña» como Feve tiene una «viabilidad limitada» y acumula «muchos años de pérdidas y un déficit muy grande. Su viabilidad solo pasa por su integración» manifestó para apaludir la fusión anunciada por el Gobierno español.