MEMORIA Y FUTURO
López inaugura su Congreso de la Memoria con olvidos y entre críticas
El lehendakari, Patxi López, inauguró ayer su Congreso de la Memoria y la Convivencia acompañado de cargos de su Gobierno, del PSE y del PP. La lista de críticas al acto es amplia y plural, tanto desde el ámbito político como desde asociaciones de víctimas de distintas violencias.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
Congreso de la Memoria olvidando el franquismo. El lehendakari, Patxi López, inauguró el evento recordando el nazismo, el holocausto judío, las matanzas de Croacia, «las violencias de los estados totalitarios, desde Alemania del Este a Argentina o Chile». «En el lado oscuro de todas las sociedades habita la barbarie. A nosotros nos ha pasado», aseguró. Y parecía que ahí entraría a relatar la dictadura y los crímenes del franquismo. Pero no, a renglón seguido especificó: «Como les ha pasado a otros, con el terrorismo en Italia o Alemania, en Irlanda, o con las masacres en la antigua Yugoslavia». El salto siguiente fue hasta ETA, única violencia que al parecer se ha dado en Euskal Herria.
Luego se pudo ver también que la mención a Yugoslavia tampoco era del todo inocente. López declaró que «hay muchas formas de ser vasco o vasca, pero hay algunas formas que imposibilitan a los demás vivir su propio modo de entender lo vasco». No se refería, claro está, a quienes impiden al independentismo tener las mismas opciones que otros, sino que se trataba de una crítica al nacionalismo vasco presentado como «las opciones excluyentes que pretenden extranjerizar a los que no se suman a su forma de identidad».
La asistencia de representantes políticos a la inauguración resultó bastante monocolor y centrada en los exsocios del Gobierno de Lakua. Mucho PSE y algo de PP, con Antonio Basagoiti y Antón Damborenea como exponentes. Y también aquí surgió la controversia. López defendió la utilidad de haber contado con testimonios como el de Carmen Gisasola, y Basagoiti respondió que debería organizársele congresos dentro de las cárceles, «de rejas para dentro», pero «no para que le vean los jóvenes».
Críticas muy diversas
El congreso, que se desarrollará durante toda la semana con una sucesión de mesas redondas, ha recibido críticas desde el ámbito de la política y también del de víctimas de distintas violencias.
El presidente del BBB, Andoni Ortuzar, lo calificó de «gran oportunidad perdida» porque «no están todas las voces». En una entrevista en Onda Vasca, recordó que cuando Rodolfo Ares invitó al PNV a implicar a personas en su desarrollo, se les dijo que se iba a «hacer una cosa abierta, pero la realidad es que de los pocos que no tienen que ver al cien por cien con el señor Ares o su Gobierno están muy incómodas porque, de lo que les se dijo que iba a ser a lo que se ha convertido, hay una distancia abismal».
Desde EA, su secretario general, Pello Urizar, rechazó que por un lado se hable de «libertad» y por otro se utilice «el veto». En cuanto al veto a Carmen Gisasola, Urizar denunció que «el propio PP sea el que utilice esas herramientas cuando ha tenido un presidente, primero activo y luego honorífico, que fue miembro del último gobierno de Franco y que fue culpable de algunos actos como el 3 de Marzo en Vitoria».
Denuncias de víctimas
La fundación Egiari Zor criticó que las personas afectadas por la violencia del Estado han sido excluidas del Congreso, lo que evidencia «la intencionalidad política que alimenta la iniciativa». En un artículo (que puede leerse íntegro en la página 11) denuncian que casi todos los intervinientes «coinciden en lo sustancial de sus alegatos y planteamientos: el 'unos matan y otros ponemos las víctimas' que espetaron a los organizadores de la Conferencia Internacional de Aiete un puñado de miembros de Covite»
Las críticas han llegado también desde otras organizaciones como Zaitu, que dirige el concejal del PSE Joseba Marcaida, que ayer publicaba en «Deia» un duro artículo en el que criticaba la ausencia de asociaciones vascas de víctimas y amenazados, y calificaba a los intervinientes en el congreso de «expertos, amiguetes y otros bienquedas». Asegura que les piden opinión en todo el mundo pero que «aquí, en nuestra tierra, no se nos reconoce, se nos ningunea y, lo que es peor, nos desacredita e injuria el que más tenía que defendernos».
La directora de la Oficina de Víctimas del Terrorismo, Maixabel Lasa, cree que «no debemos tener la obsesión de postular la existencia de un único relato oficial, que no es posible, recomendable ni deseable dada la complejidad del pasado».
El comisionado del Gobierno de Lakua para la Convivencia y la Memoria, Jesús Loza, afirmó que «estamos inmersos en un proceso de construcción de la convivencia, y no en ningún proceso de paz» porque ETA «ya ha sido derrotada».
La comisaria europea en asuntos de Interior, Cecilia Malmström, afirmó ayer en Bilbo que la Comisión Europea alberga «grandes esperanzas» de que se llegue a la «disolución» de la organización vasca y a la entrega de las armas.
El exministro de asuntos exteriores de Israel Shlomo Ben Ami señaló que la paz se alcanza con un acuerdo y la confianza y la reconciliación vienen después. Dijo que al buscar la paz es difícil hacer justicia, lo que se puede compensar con la verdad.
La senadora chilena Isabel Allende, hija del expresidente Salvador Allende, defendió la necesidad de una base ética común que garantice la convivencia y señaló que «las víctimas son víctimas, no hacen falta más apellidos».
La ponencia de paz y convivencia del Parlamento de Gasteiz recibirá la primera comparecencia el próximo lunes, según acordaron ayer sus miembros, que declinaron dar a conocer más detalles. El comisionado Loza pidió hace semanas su comparecencia.
La primera mesa redonda de hoy versará sobre «medios de comunicación, memoria y convivencia». Han sido invitados los directores de EiTB, «El Correo», «Deia», «El País» y «El Mundo». Modera el secretario de comunicación de Lehendakaritza.
En la segunda mesa redonda, Emilio Guevara, ponente del Estatuto y expulsado del PNV, Teo Uriarte, miembro de la Fundación para la Libertad, y Luis Rodríguez Aizpeolea, periodista de «El País», repasarán «De la dictadura a la democracia».