Reza un proverbio turco que cuando el carro se ha roto, muchos os dirán por dónde no se debía pasar. La competición liguera tocó a su triste fin en Levante y llega el momento de los análisis, de diseccionar la temporada doméstica del equipo rojiblanco en el primer año de la que muchos esperan y desean sea una `era Bielsa', un técnico que ya la misma noche del pasado domingo avanzó su propio balance, negativo -asumió-, al menos en cuanto a clasificación, aunque en el porqué de la misma residan los deberes para la próxima y, sin duda, más ilusionante aun campaña.

El titular que da pie a este balance -«Yo vi jugar al Athletic de Bielsa»- y que se ha popularizado de la misma forma que el último hit-parade bucarestino de «a lo loco, a lo loco, a lo loco...», encierra lo que para muchos aficionados ha venido siendo esta temporada del Athletic, incluida, eso sí, su participación en el torneo de Copa y, sobre todo, en la Europa League. Ilusión. Disfrute. Adhesión a unos colores. este curso, en los ascensores de Bilbo no se habla del tiempo, sino del Athletic.

El artífice de que esta temporada sea ya inolvidable, pase lo que pase el 25 de mayo, no es otro que Marcelo Bielsa, desconocido hace un año por estos lares y hoy, personaje ascendido a los altares del olimpo rojiblanco. Un halago que el propio técnico rosarino se niega a asumir con solo una campaña en un club cuya historia ha sido labrada por grandes nombres.

Más allá del fiasco de la final europea de Bucarest o del último y penoso transitar por la Liga, el análisis debe cogerse en un todo y en esa disección el éxito logrado por Bielsa y sus hombres soporta cualquier discusión. Baste preguntarse cuántos soñaron allá en julio con llegar a dos finales, pelear por los puestos europeos hasta el epílogo de la competición y firmar memorables partidos que pasarán a la videoteca del imaginario colectivo de unas cuantas generaciones de athleticzales.

Futbolistas en crecimiento

El Athletic ha mudado como de la noche al día. Su estilo y su mentalidad. En menos de doce meses ha sufrido una transformación de Récord Guinness, sorprendente incluso para los propios compañeros de profesión del argentino. Basten las palabras de una autoridad en la materia como el técnico del Arsenal, Arsene Wenger, tras perder en la cita rumana: «Estoy un poco triste porque el Athletic nos ha dado mucho placer esta temporada, mostrando un fútbol emprendedor, repleto de movimientos y creatividad».

El estilo y las maneras de juego que se atisbaron en los amistosos de pretemporada -aquel primer tiempo ante el Tottenham-, que se tambaleó en las iniciales jornadas ligueras hasta dar con el once ideal y que se consolidó con las acuciantes victorias 1-2 ante el Slovan y la Real en Anoeta, parecen hoy formar parte del ADN rojiblanco desde siempre. Nadie se imagina, ahora mismo, otro Athletic. El público de San Mamés y la creciente afición que le rodea se han acostumbrado a asomarse a cada partido de los leones sabiendo a qué jugará su equipo. No hay traición. Protagonismo en el juego, ésa es la máxima del Athletic de Bielsa.

Y no solo el equipo como conjunto ha dado un espectacular salto cualitativo, reconocido incluso en el fútbol europeo -Guardiola o Ferguson lo han alabado-, sino que sus jugadores, uno por uno, han mejorado de manera ostensible sus prestaciones individuales, en algunos casos para sorpresa de propios y extraños.

Futbolistas como Llorente son ya un referente continental de la mano de su mejor temporada goleadora; otros como De Marcos o Iturraspe han pasado de un futuro incierto a ser revelaciones de la temporada; los hay que como Susaeta parecían haberse quedado en el camino de lo que podían haber sido y no llegaron a ser, completando la mejor campaña de su vida; los hay que han dado un paso al frente en su trayectoria y potencial como Amorebieta; quienes se han renovado a mejor como Javi Martínez; quienes han demostrado que harán cosas grandes en este equipo como Herrera; quienes siguen creciendo a pasos agigantados como Iker Muniain; quienes desde la veteranía han destapado el tarro de sus esencias como Iraola; e, incluso ha habido tiempo para descorchar un nuevo talento en ciernes como Ibai Gómez.

Lo dijo Ander Herrera, una de las mentes más lúcidas del vestuario, tras perder en Bucarest: «Hoy no ha podido ser, pero se están poniendo los mimbres para que pronto se pueda conseguir un título». Si el club presidido por un siempre mesurado Josu Urrutia es capaz de mantener el bloque actual y con Bielsa al frente, pocos dudan que lo mejor pueda estar por venir.

Los peros a Bielsa

Casi todo son parabienes para la labor de Marcelo Bielsa, y eso que fueron muchos los que cuestionaron sus intenciones cuando los resultados no eran los apetecibles ante Rayo, Espanyol, Betis, Villarreal... «Aquí somos muy tremendistas, o blanco o negro, o en Champions League o descenso, no hay término medio para lo malo y para lo bueno», atinaba a describir la, a veces, cainista actitud de la afición rojiblanca el técnico vizcaino Carlos Pouso en setiembre, sin saber que unos meses después se mediría a `su' Athletic en la semifinal de Copa.

Incluso a lo largo y ancho de la temporada, y a falta de malas noticias en la trayectoria del equipo, se le ha venido cuestionando su aversión a las rotaciones, han corrido ríos de tinta y tertulias sobre el -inexistente- cansancio físico de los jugadores; la posición ideal de Javi Martínez ha dado para una tesis; se ha abierto la veda para un `9' que dé respiro a Llorente; incluso el fiasco de la final europea sirvió para buscarle algún punto flaco al equipo, cual es que a su juventud le pudo el miedo escénico, la presión, la responsabilidad. Ya se sabe, cuando el diablo se aburre, mata moscas con el rabo.

Seguro que con la lección aprendida Marcelo Bielsa, su equipo y la propia dirección de Lezama con José Mari Amorrortu al frente extraerán conclusiones cara a la próxima temporada, vista la experiencia de la actual. El Athletic ha sido el equipo que menos jugadores ha utilizado, 21, esta campaña. ¿Será necesario dar más minutos a los menos habituales? Resulta curioso pero el once tipo que todos nos hemos aprendido de carrerilla lo ha sido en contadas ocasiones, porque si no ha habido rotaciones, sí lesiones y, sobre todo, sanciones.

¿Será necesario algún fichaje para el siguiente curso? De momento, hay dos `confirmados', como son el recuperado Carlos Gurpegi -titular en los primeros seis partidos hasta que dejó paso a Iturraspe y se lesionó- y el renacido Ibai Gómez. Lo que ni siquiera Bielsa evitará es que los Aduriz, Beñat o Mikel Rico se conviertan en culebrón del verano para la prensa.

El Athletic volverá a estar en tres competiciones, con el peligro de que la Europa League puede comenzar para los leones el 2 de agosto si no se alza con el título de Copa. Potencial larga temporada en ciernes para la que la ahora terminada servirá de referencia. El equipo ya no empezará de cero. Bielsa no necesitará probar con tres centrales como hizo en los nueve primeros partidos ligueros; no tendrá que testar a los hombres ideales para los laterales, como cuando dejó de inicio a Iraola en el banquillo y probó con De Marcos o hasta que dio con Aurtenetxe para el izquierdo tras ensayar con Iñigo Pérez, De Marcos o Amorebieta; y nadie cuestionará la posición de central de Javi Martínez.

Esta temporada hemos repetido que lo mejor de Marcelo Bielsa está por venir; pero la realidad es que es lo mejor del Athletic lo que está por llegar.