La Real despidió una temporada de transición por la apuesta realizada por los jóvenes que estaban en el club con la segunda mejor clasificación y puntuación desde 1999. A pesar del peaje pagado por la inexperiencia de Philippe Montanier y de los jóvenes que alineaba, su equipo no solo consiguió la permanencia a falta de tres jornadas para el final, también logró hasta el último de los objetivos que se marcaron en un camino difícil.

Nunca es fácil apostar por los jóvenes y más si cuando aterriza el entrenador el equipo está empatado con el colista con nueve puntos tras doce jornadas. En ese momento Montanier dio con la tecla acertada al apostar en el Benito Villamarín por un equipo que presentaba una media de nueve canteranos en cada alineación, solo Bravo y Vela no lo son entre los diez más utilizados. Los 38 puntos logrados en los 26 últimos partidos avalan la progresión del equipo durante la temporada.

Para restar méritos a la gran aportación de Montanier esta temporada a la Real se apunta que no hay gran diferencia entre sumar 47 puntos o 45 y que este año el nivel de la Liga ha sido menor. Pero la realidad es que, a parte de los dos que compiten fuera de concurso, otros tres equipos de la Liga española jugaron las semifinales de la Europa League y ha bajado el Villarreal con 74 millones de presupuesto. Se habla mucho de los 12 goles de Carlos Vela, pero el año pasado entre Llorente y Tamudo marcaron los mismos.

La progresión en cifras

Aunque algunos están dispuestos a defender la cuadratura del círculo hasta llegar al límite de lo absurdo, la realidad es que en un año la Real ha progresado mucho. La temporada pasada era un equipo en declive, con once puntos sumados en los últimos catorce partidos.

Esta temporada ha logrado 38 en los 26 últimos y, lo más importante, es que esos resultados han llegado con un equipo mucho más joven. A pesar de que casi todos los jugadores estaban en la Real el año pasado y por eso lo normal era aumentar la media de edad, Montanier ha alineado solo tres jugadores mayores de 26 años -Bravo, Xabi Prieto y Aranburu- entre los 17 más utilizados mientras que Lasarte la pasada temporada alineó a siete mayores de 28 años entre los trece que más jugaron. Además de los tres indicados, Ansotegi, Rivas, Tamudo y Llorente. Montanier ha confiado más en el conjunto de la plantilla y así Cadamuro ha sido el decimosexto jugador más utilizado con 1.229 minutos, mientras que solo trece jugadores llegaron a esa cifra el año pasado.

Pero lo más importante es que sin fichar a ningún jugador defensivo el equipo ha mejorado considerablemente en esta faceta. De ser el tercer equipo más goleado con 66 goles ha pasado a ser el noveno que menos encaja, con 52. La Real encajó 22 goles en los primeros 14 partidos y solo 30 en los últimos 24.

Y eso que el equipo ha sufrido como producto de la inexperiencia de sus jugadores siete expulsiones -ninguna el año pasado- que le han obligado a jugar muchos minutos en inferioridad. Eso ha impedido al equipo obtener mejores resultados y encajar menos goles. A pesar de la mejoría del equipo para resolver situaciones de inferioridad numérica, ha encajado diez goles con uno menos.

Esa mayor seguridad defensiva ha permitido al equipo realista ser más competitivo y más difícil de ganar. La pasada temporada la Real perdió 21 partidos y ésta quince.

Pero ha habido cosas negativas. Toda la temporada ha sido irregular. Ha tenido dos baches importantes que han coincidido casi con los mismos rivales -Getafe, Levante, Real Madrid, Rayo y Espanyol- y también a lo largo de los partidos le ha costado mantener un nivel medio alto desde el inicio hasta el final.

En casi todos los encuentros los blanquiazules han tenido fases de muy buen juego y otras en las que salía de los partidos. Al final ha sido otro peaje que ha tenido que pagar la Real por presentar un equipo tan joven y que le ha impedido aspirar a obtener una posición mejor.