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SEGUNDA B Final de temporada

Luces entre los debutantes, sombras entre los veteranos

El Amorebieta ha protagonizado la gran sorpresa con su cuarta plaza, frente a las desilusiones de Alavés y Real Unión, y el descenso del Lemona.

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Amaia U. LASAGABASTER

Lejos de ser un grado, la veteranía se ha convertido por momentos en sinónimo de desilusión en la temporada que acaba de concluir en Segunda B. Mientras debutantes como Amorebieta y Sestao River han superado todas las expectativas, equipos con una larga trayectoria a sus espaldas se han visto condenados al sufrimiento, cuando no al fracaso.

Si hay una luz que ha brillado especialmente, es la del Amorebieta. Recién ascendido, debutante en Segunda B, con uno de los presupuestos más bajos de la categoría, el número mínimo de fichas profesionales y el bloque básico que apenas unos meses antes jugaba en Tercera, el equipo de Axier Intxaurraga comenzó la temporada entre los candidatos a pelear por la permanencia. Reventó las previsiones de inmediato. Especialmente fuerte en Urritxe -apenas ha perdido un encuentro en su estadio-, la escuadra azul solo ha estado fuera de los puestos de play-off en cuatro de las 38 jornadas del campeonato. El cuarto puesto final recompensa una trayectoria tan sorprendente como espectacular.

Aunque la temporada del Amorebieta la haya dejado en segundo plano, no es menos destacable la actuación del Sestao River. También recién ascendido y con un presupuesto reducido, el equipo verdinegro arrancó en agosto con sobresalto, por la inesperada marcha de Alfonso Barasoain días antes de que comenzase la Liga. Félix Sarriugarte tomó el testigo y el éxito ha sido rotundo. Lejos de sufrir, tal y como cabía prever, los sestaotarras han vivido más de media temporada pegados a la zona de play-off. Solo el bajón de las últimas jornadas le ha hecho perder posiciones para acabar, pese a todo, en una meritoria décima plaza.

La terna de equipos que llega a mayo con buena nota la completa el Eibar, el único que se ha ajustado a las expectativas. Aunque las apreturas económicas le obligaron a aligerar la plantilla en términos presupuestarios y pese a un arranque desolador -fue el primer farolillo rojo de la temporada-, el equipo armero se fijó el play-off como objetivo. Una meta que apenas ha visto peligrar y que, finalmente, ha conseguido por tercera temporada consecutiva.

Los filiales

Pese a los apuros finales de Sanse y Osasuna Promesas, también puede hablarse de aprobado general en el caso de los tres equipos filiales, cuyo objetivo principal no pasa por la permanencia. El mejor ha sido el Bilbao Athletic que, más fuerte en el primer tramo de la Liga y más irregular después, ha acabado la campaña en una cómoda octava posición.

A los otros dos les ha tocado sufrir hasta el final. Hasta la ultimísima jornada, de hecho, han tenido que esperar para certificar la permanencia el Sanse -con mucha gente joven en sus filas- y el Promesas, que empezó con los mejores, pero que ha ido acusando el concurso habitual de varios jugadores con el primer equipo rojillo. Una aportación que no solo equilibra, sino que disculpa plenamente los apuros clasificatorios del filial.

Los mismos que ha sufrido, precisamente, su último rival. Un Real Unión que acaba entre las grandes desilusiones. Con un entrenador de campanillas al frente del proyecto, el equipo guipuzcoano partía con el play-off como meta ineludible. Ni siquiera se ha acercado a lo largo de toda una temporada en la que la plaga de lesiones se ha unido al mal juego del equipo. Toca borrón y cuenta nueva.

Y aunque ha acabado a solo tres puntos de la cuarta plaza, otro tanto puede decirse del Alavés. De poco ha servido la renovación deportiva e institucional a la que se sometió en verano el equipo gasteiztarra, que a lo largo de toda la Liga apenas ha pisado zona de play-off. El cuadro albiazul, que ni siquiera disputará la Copa, acometerá su cuarto intento de regreso a la categoría de plata.

El mayor disgusto, lógicamente, se lo ha llevado el Lemona, donde crisis institucional y deportiva han ido de la mano. Descendido desde hace semanas, sus jugadores apenas han cobrado un mes lo que hace que su futuro pueda estar incluso por debajo de la Tercera.

«Cambios importantes» en un equipo que «no ha sabido competir»

Ni los cambios en el club, ni la renovación de la plantilla, ni siquiera el relevo en el banquillo una vez comenzada la Liga. Nada ha podido evitar que el Alavés tenga que disputar una cuarta temporada consecutiva en Segunda B, en la que ni siquiera podrá disfrutar del consuelo de la Copa.

No es de extrañar la decepción de Josean Querejeta, máximo responsable del grupo gestor del Alavés, que avanza el inicio de «un nuevo proyecto», con «cambios importantes», en un equipo que «no ha sabido competir en ningún momento y quizá no hemos sabido hacerle competir». A.U.L.

GOLES

Diego Cervero (Logroñés) ha sido el máximo realizador del Grupo II, con 20 dianas, frente a las 14 de Roberto Torres (Osasuna). Igor Etxebarrieta (Amorebieta), por su parte, ha sido el portero con menor porcentaje de goles encajados. En la categoría al completo, Jesús Perera (Atlético Baleares) ha sido el mejor goleador con 23 tantos y Oinatz Aulestia (Cádiz), el guardameta más seguro.

RÉCORDS

El Mirandés no solo ha sido el mejor equipo del Grupo II. En el general de Segunda B, también es el que más puntos ha sumado (82), el que menos derrotas ha sufrido (2), el que menos goles ha encajado (22) y el que más victorias ha celebrado (23, igual que el Castilla). Solo en el apartado goleador se ha visto superado por el Castilla, que ha firmado 77 dianas.

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