Luisa Echenique y Luis Haranburu Altuna asumen el «silencio» del mundo cultural ante ETA
Echenique y Haranburu Altuna participaron ayer junto a Elías Querejeta en la mesa redonda «Cultura y convivencia» programada dentro del congreso sobre Memoria y Convivencia organizado por Lakua.
GARA | BILBO
Los escritores Luisa Echenique y Luis Haranburu Altuna reconocieron ayer el «silencio» que ha existido en la cultura vasca ante la violencia de ETA y, para el futuro, han asumido la «gran» responsabilidad que tienen la cultura y el arte en la transmisión de lo sucedido en Euskal Herria.
Echenique y Haranburu participaron, junto al productor de cine Elías Querejeta, en una mesa redonda titulada "Cultura y convivencia" que se celebró ayer en el Congreso sobre Memoria y Convivencia que tiene lugar en Bilbao desde el pasado lunes, organizado por Lakua.
Haranburu calificó de «ominoso» el silencio del mundo cultural ante ETA y añadió que este «mal» se ha «encarnado con fuerza en todo el pueblo vasco, que ha vivido narcotizado durante decenios y ha dejado a las víctimas en el desamparo más atroz».
En su opinión, para liberarse de esta «pesada carga» hará falta «mucho tiempo y mucha dedicación».
«Patriotcanon»
Haranburu también habló sobre lo que denominó el «canon abertzale» o «patriotcanon» que, a su juicio, se ha establecido en la literatura vasca, por el cual solo se considera escritor vasco a aquel que escribe en euskera, profesa una ideología abertzale, mantiene una expresión artística no crítica con ETA y «glosa» la construcción nacional.
Para este escritor, el nuevo escenario abierto en Euskal Herria debe servir para «deconstruir» este canon; establecer una convivencia entre el euskera y el castellano; fijar que la cultura vasca es la que generan los creadores vascos; y, en lo que se refiere a las distintas instituciones vascas, hacer el ejercicio de «dar por bueno lo que existe en la realidad, no el concepto preestablecido».
Luisa Echenique también asumió el «silencio» del entorno cultural ante ETA, pero destacó que ha habido «presencias y voces» que se han alzado y han evitado la «banalización del horror». También añadió que hay que evitar el «voyeurismo» de la sociedad.