Los sindicatos UGT y CCOO decidieron ayer abandonar la mesa de negociación del convenio del Metal para denunciar la reforma laboral y sus consecuencias. Un «gesto» ante el que LAB les reclamó «una posición real de confrontación con la patronal».

En un comunicado conjunto, CCOO y UGT denunciaron que la reforma laboral impuesta por el Gobierno del PP «ha roto el equilibrio» en las relaciones laborales, construido a «través del diálogo, la concertación y el acuerdo». Añadieron que ahora la ley se orienta del lado empresarial «desposeyendo a los trabajadores y a sus representantes sindicales de derechos fundamentales y de la debida protección y amparo». Una situación que, según afirmaron, no solo «desvaloriza la negociación colectiva sectorial» sino que está provocando «casos de un aprovechamiento abusivo» de la crisis y de las «ventajas legales» de la reforma.

Movilizaciones

«Si se generaliza este comportamiento empresarial de imposición unilateral frente a la búsqueda de acuerdos negociados, los sindicatos mayoritarios impulsaremos una respuesta del conjunto de los trabajadores del sector que tendrá el mismo nivel de contundencia que el nivel de agresión que estamos sufriendo», aseguraron las centrales. Por ello, anunciaron movilizaciones para el 23 y 24 de mayo para mostrar su «absoluto rechazo» a la reforma laboral e instaron a negociar un convenio que dé «estabilidad» al sector en y que «ampare» los derechos de los trabajadores.

LAB, que también se movilizará el día 24, se pronunció sobre la decisión de UGT y CCOO y señaló que más allá de los «gestos» los trabajadores reclaman una «posición real de confrontación» para obligar a la patronal a no aplicar la reforma laboral. Afirmó que el abandono de la mesa por parte de CCOO y UGT ha llevado a la suspensión de la reunión por falta de quorum y subrayó la importancia de alcanzar acuerdos «sólidos» entre los sindicatos para luchar contra la patronal.

La central mantiene la propuesta que realizó para llegar a un acuerdo con los sindicatos y que plantea blindar el convenio de Nafarroa frente al estatal y que el convenio provincial deje de tener carácter de mínimo. Asimismo, pide que los acuerdos tengan valor real y se neutralice la unilateralidad que la reforma da a los empresarios. Por último propone que se mantengan en vigor convenios anteriores hasta que se firme uno nuevo.