Grupos antimilitaristas como Kakitzat y KEM-MOC marcharon desde el casco urbano de Mungia hasta el cuartel militar de Soietxe para exigir la abolición del gasto militar y en época de recortes, reclamar que disminuya la inversión en este capítulo.

Los participantes representaron un pequeño teatro, en el que un enorme comecocos militar, después de comer las píldoras mágicas en forma de euros, terminó engullendo a los fantasmitas que representaban las inversiones públicas en sanidad, educación, pensiones, prestaciones por desempleo, igualdad o servicios. Sin embargo, unos baserritarras provistos de puerros repelieron la agresión, haciendo revivir a quienes representaban el gasto social y pidieron plantar puerros en el cuartel.