Más de uno se preguntaría en la noche del viernes si esa costumbre de vivir todos sus partidos y eliminatorias en el filo de la navaja y remando contracorriente de Grupo Iruña Navarra es una tara, una cualidad o un vicio. Tras cer por 25-40 al descanso, los de Ángel González Jareño lograban el empate a 62 a falta de poco más de dos minutos y medio... pero ahí se quedó su remontada. Así, Menorca Básquet podrá acudir esta tarde, a partir de las 19.00, al polideportivo Anaitasuna con la certeza de que el factor cancha ahora es suyo.

Claro que en cuartos de final UB La Palma pudo decir lo mismo después del primer partido, ganado, además, dando una señora paliza a los iruindarras. En el partido de ayer, excepto en el segundo cuarto, los de González Jareño tutearon a los baleares, pero esa debilidad mostrada en el segundo período, sumado al cansancio de los últimos minutos, fueron más que suficiente para que el triunfo volase sin remisión a Menorca.

Cabe resaltar, por otro lado, que la escuadra isleña tiene más experiencia en estas lides que UB La Palma. A pesar del empate a 62 y la presión ambiental de la grada, hombres de amplio historial como Oliver Arteaga y David Navarro no se alteraron en exceso, y tomaron las riendas del partido en esos minutos de la verdad.

«La sensación no ha sido buena. Ellos han estado muy serios y acertados, y nosotros hemos vuelto a jugar tensionados y no hemos jugado cómodos», admitía el base Iñaki Sanz en su blog «diario de un play off». El «galgo del Anaitasuna» mostraba la ansiedad de un plantel que desea ya que lleguen las 19.00. «Una de las cosas buenas del play off es que no te da tiempo para lamentarte porque en 48 horas tienes otra oportunidad», confesó.

Habrá que ver si en esta serie Grupo Iruña puede desenvolverse contracorriente.