CRISIS EN GRECIA
La banca defiende su solidez frente a la millonaria retirada depósitos
Ante el temor a que llegue el día en que no haya dinero en metálico en cajeros y ventanillas, son muchos los ciudadanos griegos que están vaciando sus cuentas. Unos se llevan sus ahorros al extranjero y otros lo guardan en casa. Los responsables del sistema bancario heleno tratan de frenar esta sangría de liquidez con continuos llamamientos a la calma, asegurando que cuentan con los fondos necesarios para hacer frente a las necesidades
GARA | ATENAS
«Grecia no es la Argentina del corralito. Hay dinero para garantizar los depósitos». Con estos mensajes, la banca griega llama a la calma y defiende su solidez a pesar de la retirada de depósitos en cantidades millonarias de los últimos días.
El pasado lunes por la tarde, el presidente Karolos Papulias telefoneó al gobernador del Banco Central de Grecia (BoG), Yorgos Provópulos, y este le alertó de que ese mismo día se habían retirado 700 millones de euros de cuentas bancarias ante los temores de que el país saliera de la eurozona. «La resistencia de los bancos es actualmente muy débil», explicó Papulias.
En cambio, Michael Massourakis, economista jefe de Alphabank, uno de los grandes bancos griegos, descarta que esto pueda crear un descontrol del sistema financiero, aunque reconoce que la gente está asustada y que los bancos han sufrido un shock por la retirada de depósitos.
«El martes la retirada de depósitos se moderó y el miércoles lo que se produjo fueron cancelaciones de depósitos a largo plazo, que pasaron a las cuentas corrientes», explica durante una entrevista con Efe. La mayoría de estos depósitos retirados, añade, son de cuentas de pequeños ahorradores.
«Este dinero no se está yendo del país, está a la vuelta de la esquina. La mayoría va a casa y lo guarda bajo el colchón o en cajas fuertes», relata Massourakis.
El asunto de la retirada de dinero tampoco es nuevo. Desde que se desató la crisis de la deuda soberana, 72.000 millones de euros han volado de los bancos, aunque buena parte de esa cantidad eran los 40.000 millones de euros de inversores que habían afluido desde el extranjero a Grecia entre 2007 y 2009 aprovechando los intereses que ofrecían las entidades griegas.
«Los bancos griegos no se sobrepasaron en la concesión de préstamos» asegura Massourakis, alegando que «al contrario que en España o Irlanda», la concesión de créditos era equilibrada con su volumen de depósitos. Entre enero y febrero de este año fue cuando más dinero se retiró (entre 10.000 y 12.000 millones) ante los temores a que la reestructuración de la deuda, que llegó en marzo, quebrase algunos bancos, lo que finalmente no sucedió. En marzo y abril los depósitos aumentaron, aunque solo regresaron unos 2.000 millones.
«Cada vez que se incrementan los rumores de que Grecia saldrá del euro, aumenta la retirada de dinero», argumenta Massourakis. «Mientras Grecia se mantenga en el euro, no habrá un pánico bancario», añade, para resaltar que cree que no existen posibilidades de que se llegue a ese extremo.
«El pánico se evaporará»
«Estas situaciones degeneran cuando la gente va al banco y no hay dinero, pero en este caso sí lo hay. Si la gente siente pánico y va al banco a por su dinero, lo obtendrá. Por tanto, el pánico se evaporará pronto», augura.
Sin embargo, en los últimos días el Banco Central Europeo (BCE) ha denegado peticiones de liquidez de varios bancos griegos, que desde 2008 han recibido de dicha institución europea 130.000 millones de euros.
Los bancos alegan que se trata de una cuestión técnica por la reestructuración de la deuda, cuando su valor quedó muy reducido por el canje de bonos griegos por otros con la mitad de valor. Ahora los bancos esperan la recapitalización pactada a través del plan de ayuda entre Grecia y la UE.
Esta recapitalización debería llegar antes de final de año a través de una ampliación de capital de la que el Fondo de Estabilidad Financiera griego debería comprar la mayor parte de las acciones, aunque sin derecho a voto en la gestión bancaria.
Por ahora, en Atenas la situación en los bancos es de total normalidad, los cajeros dan dinero como es habitual y no hay colas ante ninguna entidad financiera.
«Grecia no es Argentina», insiste Massourakis, criticando duramente los sucesivos rumores sobre un eventual corralito en Grecia: «Hay gente que promueve la bancarrota en Grecia porque pretende hacer dinero con ello», sentencia.
El presidente de Grecia, Karolos Papulias, firmó ayer el decreto de disolución del Parlamento, un trámite legal necesario para poder celebrar las elecciones legislativas que han sido convocadas para el 17 de junio, después de que fracasasen todos los intentos de formar un gobierno tras los comicios del pasado 6 de mayo.
Las dos últimas encuestas publicadas pronostican un empate técnico entre la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza) y el partido conservador Nueva Democracia, ganador a principios de este mes. En ambos sondeos, estas formaciones rondarían el 20% de los votos. El sistema electoral griego establece, a fin de facilitar la gobernabilidad, que la fuerza ganadora reciba un bonus de 50 diputados adicionales. El líder de Syriza, Alexis Tsipras, defendió la permanencia de Grecia en la eurozona, pero rechazó los actuales términos que le impone el plan de rescate. En la prensa helena, las críticas fueron unánimes ante la supuesta propuesta de Merkel de que se celebre un referendo sobre el euro. Ayer, el G-8 expresó su «interés en que Grecia permanezca en la eurozona al tiempo que respeta sus compromisos».
GARA