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Raimundo Fitero

Políglotas de acero

 

El cronista de TVE se siente eufórico, exultante, arrobado por la capacidad de entendimiento demostrado por los dos ministros de Interior de Francia y España tras su encuentro bilateral y subraya encantadoramente anecdótico: «Hablaron indistintamente en español, francés y catalán, idiomas que ambos conocen». Son unos políglotas porque además, en el lenguaje no verbal que es el que dominamos los que miramos tanto al electrodoméstico esencial, su mensaje era claro y coral: no nos movemos. Que se mueva ETA. O sea, los políglotas no son capaces de hilvanar una frase más allá del manual del mal ministro de la porra. ¿Pose, táctica, estrategia o convencimiento? Ni una cosa, ni la otra. Cansancio. ¿Tendrán algún asesor que sepa euskara? Seguro que sí. Segurísimo. Pero ellos salen a dar el mensaje del miedo, del inmovilismo, porque siempre les quedará una operación policial cuando las encuestas vayan mal.

No obstante esto de las lenguas, los idiomas, los lenguajes, desbordados por el tsunami eufemístico de los seudo ministros de asuntos económicos, lo que realmente está en una escalada bélica de los años sesenta del siglo pasado es el asunto de Gibraltar. Declaraciones altisonantes, bravuconadas, chulerías, patrioterismos baratos del ayer en el terreno verbal, pero en el de los hechos, la cosa va más allá de cualquier acto legionario comprensible. Patrulleras de la Guardia Civil contra barcos de la marina inglesa. ¡Toma ya diplomacia! Es necesario que aparezca un ministro que hable inglés, que escuche, que le traduzca a Rajoy y su pirómano ministro de exteriores la historia, que piensen en las islas Malvinas, y a partir de ahí que intenten dejar los asuntos del abuelo Franco para mejores ocasiones. No agiten más el peñón que se va a convertir en una china en los zapatos que les va a molestar para andar por toda Europa. Que los chicos de la pérfida Albión mandan mucho más que las castañuelas, el botijo y el toro de las carreteras del rancio españolismo de postal.

De repente me llega una duda, ¿en qué idiomas se compran y venden acciones, se hace subir y bajar índices de cotización? Los monos de Gibraltar hablan en llanito. Un inglés con acento andaluz.

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