GARA > Idatzia > Iritzia> Txokotik

Txisko Fernández | Periodista

Miedo a perder hasta la marca

Si estás en el paro, poco puedes perder si quiebra Grecia o se hunde un banco español. Lo curioso es que quienes tienen la mayor responsabilidad en la grave situación que atraviesan el estado heleno y las entidades bancarias hispanas no van a perder nada. Sean políticos o financieros, estos siguen forrándose los bolsillos con millones de euros.

Si tienes una hipoteca y te quedas en paro, tienes mucho que perder, porque quienes siempre ganan van a hacer todo lo posible para quedarse con lo que creías que era tuyo: tu vivienda. Paradoja del sistema económico del que disfrutamos: si tú puedes pagar la hipoteca, ellos ganan; ni no haces frente a los plazos estipulados, ellos también ganan.

Con estas premisas es muy fácil comprender por qué cuando surge una alarma como la que ha encendido el premio Nobel de Economía Paul Krugman, al aventurar que es posible que una especie de «corralito» se instaure en el Estado español, los que siempre ganan salen a la palestra llamando a la tranquilidad, mientras los que siempre pierden no pueden reprimir el miedo de quien se apresta a recibir otro duro golpe en un combate que ha sido desigual desde el principio.

Lo curioso es que quienes hasta ayer citaban a Krugman para defender su supuesto ideario progresista frente a la barbarie neoliberal, insaciable al reclamar recorte tras recorte, ahora se han envuelto en la rojigualda y, si todavía no llegan a repudiar al prestigioso economista, cuando menos intentan calmar a la ciudadanía de a pie explicando que, obviamente, Krugman ha exagerado las cosas y que Argentina queda muy lejos.

Esa es la gran tragedia española. Que su Inteligentsia siempre encuentra un enemigo ajeno para intentar ocultar al conjunto de la población que se está acercando a un peligroso precipicio, del que salir le va a costar sudor y lágrimas. Y, para más inri, la progresía de las altas ondas acaba haciendo frente común con la caverna mediática. Porque sus adalides seguirán criticando los tijeretazos de Rajoy, pero lo que no van a permitir es que su amigo, el economista yankee antes citado, emborrone la «marca España». ¡Cómo si a estas alturas no supiera el mundo entero que esa marca vale menos de un euro en cualquier mercado financiero! Tienen mucho miedo.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo